Contrario a la creencia popular de las fanáticas, Robert Pattinson no salió de la nada para convertirse en el vampiro del momento. El actor británico obtuvo reconocimiento internacional por primera vez como Cedric Diggory en Harry Potter y el cáliz de fuego (2005) y después en HP y la orden del Fénix en el 2007. En Little Ashes (2008) interpreta al joven Salvador Dalí. Y estrenándose el año que entra, entre la segunda y tercer parte de Twilight, viene el drama Remember Me, coprotagonizado por Pierce Brosnan y Chris Cooper.
Tu director, Chris Weitz, te describe como un tipo muy divertido, pero nosotros no vemos ese lado tuyo..
¿Dijo eso sobre mí? ¿Que si yo apoyo la noción de que soy chistoso –ríe–? Pues creo que se debe a que en las entrevistas tengo un sentido más grande de la censura que en otras ocasiones. No creo que en la escuela la gente me considerara particularmente chistoso.
Dakota Fanning dice que tú representas al hombre ideal porque eres atractivo y tienes un cabello genial...
Ah, el cabello es importantísimo en un hombre ideal –ríe–. Ella tiene 15 años y ve, ya le importa el pelo. Esos son requerimientos relativamente fáciles. No sé qué tan cercano estoy a eso, o siquiera si debería estar apoyando eso como un juicio –ríe más–.
¿Y cuál sería tu definición de un hombre ideal?
No sé. Creo que es alguien que puede ver diferentes perspectivas de las cosas, eso es muy importante. Sí, creo que esta la primera vez que puedo contestar esa pregunta de la forma en que quiero. Creo que simplemente teniendo una perspectiva sobre las cosas es la única forma de ser bueno. No sé si genial...Ya se anunció que tu siguiente proyecto será Bellamy, qué separación...
Realmente no sabía nada de De Maupassant, pero había algo en el libro que sobresale en la adaptación del guión, me pareció muy relevante, el tipo de aspecto político que es extrañamente relevante a mucho de lo que está pasando hoy en día. No me meteré en detalles pero tiene algo muy moderno y supongo que después de tres películas de Twilight, se me hacía atractivo interpretar a alguien completamente amoral, un personaje muy crudo que se guía completamente por sus emociones y le importa muy poco todo. Me atrajo mucho.
¿Qué te hace diferente?
–Riendo– Ah, tengo días malos con mi pelo.
¿Qué tiene la saga de Twilight para los hombres?
Una de mis razones principales para entrarle a la primera, fue lo que trae el segundo el libro. Realmente me conecté con él y creo que hay algo muy interesante y real en la forma en que Edward se comporta en él. Creo que estar enamorado es muy confuso cuando eres joven (o tal vez también más grande), pones a la niña en un pedestal. Y luego se convierten en una especie de espejo de ti mismo y comienzas a ver sus fallas y miedos, empiezas a destruir la relación. Pero todo el tiempo estás diciendo, "¿Qué estoy haciendo? Estoy matando esto y no es necesario y creí que era una cosa de verdad". Ese es el elemento que yo como hombre encontraba muy interesante, creo que cualquier hombre que haya estado en una relación lo puede entender. Definitivamente nunca sentí que estaba haciendo una película romántica sólo para niñas. Es como Lo que el viento se llevó, un romance no sólo para mujeres. Gente, hombres, mujeres, todos se pueden relacionar con los personajes porque todos tienen algo accesible, aún si son vampiros.
Parece que toda la maquinaria de Hollywood no te ha cambiado mucho, ¿cómo vas?
No tengo un séquito. No me gusta mucho tener gente a mi alrededor. No quiero un asistente. No me gusta tener un publicista. Creo que entre más gente tengas a tu alrededor, más te dicen qué hacer... y es más gente a quién le tienes que pagar –ríe–. Sé que hay ciertas cosas que hay que cuidar en las entrevistas, sé que la gente eventualmente se va a cansar de mi forma de comportarme tan autocrítica. Estar en el ojo público es como dar dos pasos hacia adelante y uno para atrás todo el tiempo. Suena terrible, pero la opinión de la mayoría de la gente me parece irrelevante.
Twilight dulce adiccion!!
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