Bella:
Estaba sola en la casa, Billy había decidido marcharse hacia Port Angeles con los pocos sobrevivientes de la reserva, y yo estaba de acuerdo, ante un ataque no podría defenderlos a todos y los pocos lobos que podrían en fase tampoco podrían con la experiencia de la Guardia. Estaba preocupada hasta rayar la histeria… Edward había decidido quedarse con Aro, Jacob había decidido meterse al bosque y no pasar tiempo conmigo… y yo… yo me miraba al espejo y lo único a lo que atinaba era a maldecirme a mi misma, por amar a un humano, por lastimar a un licántropo, por ser incapaz de deshacer este lío que involucraba a tantos y del que me sentía terriblemente responsable.
Intenté pensar en algo que me indicara qué podría haber disparado todo esto y no conseguí aislar nada importante durante los últimos 2 años, era escandaloso darse cuenta que no había hecho otra cosa que vivir para mi, sin tener noción del mundo. Me prometía a mi misma que eso debía cambiar, en un mea culpa muy particular, cuando sentí cierta conexión con Edward y su voz comenzó a sonar terriblemente familiar en mis propios pensamientos.
“Bella… por favor necesito que hagas memoria… no te asustes, estoy bien.”
“Debería matarte yo misma ¿cómo diablos se te ocurrió quedarte con Aro?”.
“Tranquila, aunque debería estar feliz… supongo que eso significa que no has sido demasiado sincera esta mañana con lo que me dijiste al levantarme.”
“No volvamos a ese tema Edward, yo ya cerré el capítulo.”
“Yo no, y definitivamente creo que mientes… pero me preocuparé de eso después, tu meras ‘ganas de matarme’ ya me hicieron feliz ahora…”
“Grrrrr… Edward!”
“Eres más bonita cuando te enojas ¿lo sabías?... pero bueno, al grano mi impulsiva vampira… quien te diría algo como esto: …’Maldita seas Isabella Swan… tu madre ya me burló una vez… tú no lo conseguirás ahora, me vengaré a través de ti.’… creo que era exactamente así.”
“…tu madre ya me burló una vez?... por Dios Edward, mi madre era una de las vampiras más queridas en Volterra!”
“Aro me ha dicho lo mismo”
“Aro?... me confundes Edward”
“Aro sabe que no fuiste tú quien rompió el sello, pero dice que como hay muchas evidencias en tu contra, a lo que se suma el hecho de que estás unida a un licántropo y enamorada de un humano…”
“Eso último no es así”.
“Bueno, perdón… y que estás CASI enamorada de un humano.”
“Deja de ser chiquilín y mordaz”.
“Como sea… cree que debe condenarte porque no hacerlo le haría perder autoridad”.
“Idiota”.
“Estratégico le diría yo… conoce mi habilidad y la está usando… me ha puesto a vigilar a quienes están cerca a ver si descubro algo.”
“Y has escuchado esa frase que me dijiste recién”
“Correcto, pero no puedo distinguir el quien… los pensamientos suenan en mi cabeza como voces, pero no conozco de quién es esa voz. Le he pedido a Aro que junte a los suyos y me permita estar más cerca, pero necesito tu ayuda para guiarme sobre posibles blancos… él ha consentido que lo haga, pero será una puesta en escena, no tengo una segunda oportunidad.”
“Estás loco Edward… deberías haber venido con nosotros… yo iré a negociar con Aro de alguna manera, no puedes quedarte allí.”
“Sí, estoy loco, pero loco por ti… y no voy a permitir que algo que no pasó haga que tengas que volver a ningún lugar que no sea a mi lado… Así que piensa… ahora piensa y dime cualquier cosa que se te venga a la cabeza respecto a lo que te dije.”
Suspiré… no sabía si Edward había podido captar ese suspiro pero era de doble intención, por un lado me desesperaba saber que mi “gran” conocimiento de los demás era casi nulo, nunca les había prestado atención… y el hecho de que Jane me odiara tanto era más que un ejemplo. Y por otro, por otro lado Edward me estaba dando a entender que estaba allí por mí, peleando por mí, y eso me hacía recordar acaloradamente el sabor de sus labios y la tibia textura de su piel.
“¿Y?” —me apremió. Y yo comencé a hablarle sin demasiada convicción.
“René hubiera sido una santa si no era un vampiro… su único pecado ha sido abandonar a mi padre por Phill habiendo estado casada, jamás ha matado a un humano, jamás ha abusado de su posición, ha intercedido en muchas contiendas entre aquellares para poder frenar castigos peores de los Volturis. Discúlpame Edward, es que realmente no hay nadie que pudiera odiar a René…”
“Espera… cállate… te hablo luego”.
Edward:
Sentía que Bella se esforzaba por pensar en algo que me guiara, pero nada de lo que decía me resultaba un ovillo del cual estirar, cuando de pronto la voz volvió a sonar en mi cabeza… “esa” voz.
“Todo podría haber sido distinto René… mira donde me has hecho terminar, si no te hubieras negado a ser ‘mi’ mujer nada de este maldito circo sería lo que es”.
Me concentré en grabar cada modulación de esa voz virtual, cada acento, pero mi memoria no registraba nada que me ayudara a indicar un quien.
“Deberías de haber sabido que un ‘no’ significaba tu ruina René… ese estúpido idilio con Phill no podía significar más que lo que te estaba ofreciendo… y ahora no estás… ese imbécil de James tampoco cumplió con lo que le encargué y ahora definitivamente ya no estás!!!! Porqué tuviste que ser tan tonta René… porque tuviste que rechazarme… lo único positivo de todo esto es que ya que no fuiste mía, tampoco podrás ya ser de nadie.”
El tipo estaba loco. La rabia por mi deducción no me duró ni 10 segundos… ¿no estaba acaso yo loco por Bella también?