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Cap 28
No sabía lo que estaba haciendo allí. sólo sabía una cosa: Necesitaba estar allí. Era casi una necesidad.
Pasar por la recepción fue fácil.
Al saber quien era, ellos me informaron la habitación en la que el se encontraba y con un poco más de persuasión, me dijeron que él estaba allí ahora.
Hijo de puta, pensé, mientras el ascensor subía.
Seguro debía estar con la chava del café.
Yo sentía mi cabeza hervir de rabia.
Con pasos decididos me aproximé a la puerta y cuando golpeé con fuerza una extraña sensación de deja vu pasó por mí.
Yo golpeando en la puerta de él. Pero de esta vez no iba a empezar una cosa buena
Yo estaba allí para resolver todo de una vez.
Era el fin? Entonces yo también tendría derecho de decir lo que yo pensaba de aquello.
Ahí sí, él podría poner el fin que quisiese y quedar con quien quien quisiese después.
La puerta se abrió y allá estaba él. Con la cara más deslavada del mundo
no lo pensé. ni quería saber si estaba solo o si me miraba como si había visto un fantasma.
Yo pasé frente a el y entré en la suite pisando firme y golpeando la puerta atrás mío. Ok, yo estaba medio descontrolada, pero todavía no estaba con ganas de dar un espectáculo que podría ir parar a la prensa.
Entonces la vi. Claro que yo sabía que él no estaría solo. La vagabunda de la cafetería estaba allí encarandome tan estupefacta como Rob.
-Sera que podrías darnos un tiempo a solas? - pedí sorprendiendome que todavía podía ser educada.
-Kristen? Que haces aquí? - Rob dijo por último
-Tu, cállate – rozne y gire hacia la chava – creo que esto va a ser bien rápido. Después puedes volver y... continuar donde se quedaron.
La chava se levantó del sofá dónde estaba sentada cogiendo su bolsa y encaró Rob
-Creo que sera mejor que me de una vuelta
Ella pasó enfrente mío y salió de la habitación.
Rob me miraba mudo.
-Sólo vine devolverte esto – saqué la gorra de la bolsa y se la tire en la cara – y a decirte algunas cositas...
-Kristen, yo...
-No! Ahora yo hablo y tu me escuchas. Quien piensas que eres para entrar en mi vida, destruirlo todo y salir como si nada hubiese pasado? Después de cinco meses rondandome, insistiendo, hasta que yo creyese que me había vuelto loca! Nunca te importo lo que yo sentía! Usted Nunca te importlo lo que yo realmente queria! Sólo querías saber lo que tu querias! Y yo fui una idiota al dejarte conseguirlo! Yo estuve contigo, y eso fue suficiente? No! Respetaste mi decisión de olvidarlo todo y dejarlo todo en Oregón? No! Viniste a Los Angeles a insistirme todavía más! Y sabes lo que mas rabia me da, Pattison? Que yo empecé a creer en lo que me decias. Y ahora veo lo imbécil que fui! Me has hecho creer que querías estar conmigo y para qué? Para esto? Es realmente duro ver que todo lo que pensaba de ti es verdad. - mi voz falló y yo respiré profundo. - Debía saber que en el minuto en que yo decidiese quedarme contigo, las cosas quedarían mucho fáciles no es? Que pasarías rápido al siguiente desafio! Qué bien que las cosas son fáciles asi para ti!
Pasé enfrente a el y salí golpeando la puerta.
Temblaba entera, mi mano golpeó en el botón del ascensor y pestañee varias veces para ahuyentar las lagrimas que amenazaban con caer. Faltaba poco ahora.
Oí cuando la puerta se abrió y al minuto siguiente, él aseguraba mi brazo, obligándome a mirarlo
-Espera un poco.... - él me interrumpió – Que me estas diciendo?
-Suéltame! - me debatí, pero no me soltó
-Quiero que repitas lo que dijiste alla adentro
-no voy a repetirte nada, sueltame!
-Dijiste que decidiste quedarte conmigo... Lo dijiste enserio?
-Sí, lo dije. Satisfecho? Ahora suéltame!
Consegui librarme de él y entrar en el ascensor
Gracias a dios las puertas se cerraron rápidamente.
Empecé a llorar. Era inevitable. Era una idiota, por dejar que él me redujera a aquello.
Tardó una eternidad hasta que llegase a la planta baja.
Y cuando las puertas se abrieron, antes que yo consiguiese dar un paso rumbo mi última huida.
Él estaba en frente mio, tapándome la salida.
Antes que yo pudiese articular un pensamiento coherente, él me empujó para dentro. Apretando cualquier botón, las puertas se cerraron mientras él me prensaba en la pared, los dedos asegurando mi rostro
Y allá estaba la sonrisa.
Yo estaba llorando y él estaba sonriendo?
Por un momento yo pensé que el ascensor había caído en el foso y yo estaba muerta, en alguna realidad paralela.
-Piensas que puedes venir hasta aquí, decirme que decidiste quedarte conmigo y huir, Kristen?
-Tu desististe, Rob, que más podía hacer yo? - me odiaba por todavía estar dandole explicaciones.
-Puedes dejar de ser absurda una vez en tu vida. Será que no ves que todo se trata de ti? Yo desistí por ti. Porque creí que era lo querias. Porque te amo demasiado para verte sufrir.
Mi corazón dejo de latir.
Sí, yo realmente debía haber muerto, de lo contrario Rob no estaría allí diciendome aquellas cosas. Él no podía.
Él me había dejado para estar con la tipa esa del café. Además, ella debía estar esperándolo en algún lugar.
Ni sé donde busqué la sensatez en aquel momento
-y la de la cafetería?
-ella no es nada, Kris. Ella no eres tu. - él se aproximó más, hasta que casi no restase ningún espacio entre nosotros – Sabes que no te dejare irte no? Si estas aquí como las demás veces , si vas a cambiar de parecer a la mañana... si mañana vas a ir corriendo a volver con tu novio...
-Ya no tengo novio – confesé
Y él sonrió. Aquella sonrisa más linda del mundo que minaba mis fuerzas, los dedos acariciando mi rostro lentamente
-Te equivocas... si tienes novio... sólo que no es el mismo de ayer.
Y en aquel momento, en que él sonreía para mí, yo me sentí de nuevo, en aquel nuestro mundito particular, donde nada más importaba. Y todas las innúmerables cuestiones en mi cabeza habían sido olvidadas a partir del instante en el que él me besó.
No había nada que yo pudiese hacer en aquel momento a no ser dejar que él me arrastrase por el pasillo, la boca pegada a la mía hasta llegar no sé como a su cuarto.
Yo ni sabía decir como nosotros habíamos llegado a la cama, o como nuestras ropas habían desaparecido. Pero que importaba?
Su boca se movía sobre la mía despacio, su mano recorriendo mi espalda, para traerme más cerca suyo. Yo meti mis dedos por entre los hilos casi dorados de su pelo, aspirando su olor, mientras sus labios se deslizaron por mi cuello, mi hombro, mis pechos... en todos los sitios posibles, yo sentía su respiración caliente, hasta que mi cuerpo entero ardia en una especie de fiebre.
Yo jadeaba, el corazón golpeando rápido contra las costillas, cuando él me besó de nuevo, su lengua enroscandose en la mía. Y por último lo sentí dentro de mío, rellenando un vacío que no era sólo físico.
Mi cuerpo entero respondía al de él como a nadie más. Era como hubiésemos sido hecho para encajar a la perfeccion.
Cerré los ojos y enterré mi rostro en su hombro y dejé que las sensaciones me dominasen, hasta que solo quedaran el pulsar de su cuerpo junto al mío y todo desapareciese a mí alrededor.
Cap 29
Era raro como en sólo algunas horas todo podría cambiar irreversiblemente.
Abrí los ojos para encontrar la sonrisa más dulce del mundo y como si fuese posible me sentí aún más feliz.
Su abrazo calentito todavía estaba sobre mí, nuestros cuerpos entrelazados sin restar ningún espacio en la semioscuridad de la habitación.
levanté las manos hasta los cabellos más despeinados que nunca.
-por qué usas aquella gorra ridícula? Me gusta tu cabello así... me gusta pasar mis dedos entre ellos
Él rió, bajando la cabeza para besar mi mentón
-tan absurda..
Esta vez yo reí también. No me importaba nada más.
Mi mente estaba totalmente desconectada del resto del mundo.
-Espero que no tengas hora para volver a casa – él dijo contra mi piel
Yo lo abracé con fuerza.
-yo no voy a ningún lugar Robert. Acostumbrte a esto
-eso me suena muy bien.
-A mí también.
-esto significa que vas a quedarte aquí la noche entera? - él preguntó de nuevo.
Abrí los ojos y percibí que él creía realmente que yo no hablaba enserio.
Y quien podría culparlo? Yo siempre huía.
Pero sabía que ahora sería diferente. No había nada que me hiciese huir ahora
Él todavía deslizaba los labios por mi cuello de una forma muy persuasiva debo decir, pero yo arrastré sus cabellos, obligándolo a mirarme
-Robert, entiende una cosa. Yo no estaba juguando cuando dije que iba a quedarme contigo. No me ire.
-Eso quiere decir que aceptas casarte conmigo? - dijo riendo
Yo carcajee
-Eso ya es pedir mucho!
-Pues, Kristen, y yo pensando que habías dejado de ser provinciana
-Creo que me estas pidiendo matrimonio para conseguir el green card. Piensas que no lo sé? Debes pedirselo a todas
-Me descubriste...
-Estos ingleses!
-Estas hablando como una americana provinciana ahora.
Lo golpeé en su hombro
-Como eres tan tonto!
Y él rió, haciendome reír también.
Yo podría vivir riendo hecho una idiota ahora. Escondí mi rostro en su pecho, aspirando despacio, sintiendo mis párpados pesados y me dormi.
Desperté despacio.
El sol entraba por las ventanas abiertas. Por un momento no supe donde estaba.
Pero bastó con abrir los ojos y verlo respirando pausadamente a mi lado para que mis recuerdos regresare en un instante.
Yo sonreí. Aproximé mis labios y besé su hombro, pero él no despertó.
Apoyé la cabeza en un brazo y me quedé observandole dormir.
Podía quedarme así por el resto de mi vida.
Pero entonces oí mi celular sonar en algún lugar de la habitación.
Me levanté de un brinco y consegui encontrar en medio de la maraña de ropa en el suelo.
Estaba lleno de mensajes de mi madre. Insultando en silencio, yo lo encontre entre las ropas de él esparcidas por el cuarto, que además era un desorden total. Me puse una camiseta suya. Llamé a mi casa e inventé alguna historia, que estaba seguro que no habían creído, pero ella me dejó en paz por hora.
Así que corte y miré para la cama y Rob me encaraba sonriendo
-Te ves muy bien com mi camiseta
Me encogi de hombros, sintiendome tímida derrepente.
En verdad, yo era horrible con los elogios.
Él frunció la frente
-Que estas haciendo con el celular en la mano?
Yo eché el aparato a donde sea, aproximandome a la cama
-Mi madre creyó que yo había sido secuestrada
Él rió arrastrandome para su regazo, poniendo el rostro entre mis cabellos
-debo preocuparme por la policía golpeando mi puerta? No olvides que soy un extranjero.
Yo reí
-No te preocupe. Soy buena con las disculpas. No soy tan provinciana señor Pattinson
-Entonces que haremos hoy?
-Nosotros? - lo mire –necesito volver a casa – pero hasta para mi las palabras parecieron absurdas. Yo no quería ir a casa. quería quedarme allí con él. El mayor tiempo que pudiese. En nuestro pequeño mundo.
Él sonrió de perfil
-Entonces yo voy a tu casa
-Ahora tu eres absurdo
-aprendí de ti, no es chistoso?
-No es chistoso! Es extraño!
Él cogió mi rostro entre las manos y trazó una línea con los labios hasta mi cuello
-Quédate
Yo cerré los ojos
-No puedo
-Dijiste que te quedarías
Mi respiración se aceleró
-Sabes a que me refería
-vas a obligarme a implorar, Kristen?
-estas siendo bastante persuasivo...
Él rió contra mi piel, sus dedos se metieron por debajo de la camiseta masculina mostrándome cuan persuasivo podía llegar a ser.
Necesito decir que la idea de marchar era más absurda para mí en aquel momento?
-quédate – pidió de nuevo, su boca circundando el lóbulo de mi oreja, la respiración haciendo cosquilla en mi piel.
Yo gemí alto
-Me quedo... - que más yo podría responder?
tenía suerte de todavía conseguir articular alguna palabra, quien dirá algún pensamiento coherente.
Todo lo que yo quería era que él me persuadiese todavía más... sin parar
Pero él rió alto esta vez y me sorprendiendo, me sacó de la cama, poniendome sobre los hombros
yo grité
-Rob! Me Queda tonto!
Pero él sólo paró y me puso en el suelo cuando estábamos dentro de la ducha.
-No... no hagas eso!
Pero lo hizo, riéndose enmi cara, mientras prendia la ducha arriba de mí
Yo grité cuando el agua caliente me alcanzó y él me aseguró y me arrastró, su boca presionando la mía, haciendo que cualquier reclamación sea olvidada. la verdad me olvidé hasta de mi nombre, mientras él me besaba de una forma que debía ser prohibida, hasta perder totalmente el aliento.
Me apoyé en él, débil, cuando por último levantó la cabeza.
-esto no es justo - balbuceé
-Nunca dije que sería justo – respondió, con sus manos deslizandose por la camiseta ahora totalmente mojada, pegada en mi cuerpo.
Yo mal conseguía respirar.
-Arruinaste la pobre camiseta... y me gustaba
Él rió retirandola de mi cuerpo y arrastrandome de vuelta.
Yo pasé los brazos por su nuca, quedando de puntillas, para que mis labios alcanzasen su mentón con barba crecida.
-Solo tienes que darme una nueva – dijo
-¿yo? Eres muy comodo
-soy prácticamente un actor desempleado, Kristen. Aquella podía ser mi única camiseta
Yo reí contra su cuello
-por eso siempre andas como un mendigo?
-Oh.. además de provinciana eres esnob? Que feo Kristen - Sus dedos encontraron mi pecho y yo gemí.
-Callate, Pattz
Él rió, su boca se encontro con la mía
y no hubo más conversación por un largo tiempo.
**
No era una experiencia extraña para mí, andar en las calles de Los Angeles, intentando parecer incógnita. generalmente tenía éxito. No era así tan famosa.
Pero siempre me preocupaba en salir lo menos posible, para evitar llamar la atención.
Yo esperaba sinceramente no estar llamando la atención hoy.
No que estuviese arreglada. Nada de esto.
En verdad yo estaba vistiendo una ropa de Rob. Claro que yo estaba ridícula. Pero no era posible ponerme mi ropa y no estaba con ganas de ir a mi casa. No después de haberme convencido el de forma tan persuasiva.
Pero tenía la impresión de que todo el mundo me estaba mirando y eso me dejó tensa.
-Que pasa? - Rob preguntó a mi lado
-No crees que todo el mundo nos esta mirando? - murmuré
Él rió.
-Para mí que nadie esta mirando.
-odio eso
-Relajate, Kristen. Nadie te reconoce con esta ropa. Y nadie me conoce a mi. Pero si estas preocupada... - él sacó la gorra y la puso en mi cabello, como había hecho una vez hacia meses atrás – listo estas disfrazada.
-Que simpatico
Él pasó el brazo por mi cuello, arrastrandome y besandome mientras andábamos.
Y yo, que nunca, pero nunca, había dejado a alguien besarme, así, en un local público, no me importé. Todo lo contrario. Yo reí, mientras caminábamos, la cabeza apoyada en su hombro.
Entramos a un café
Y el local me hizo recordar a la chava que estaba con Rob en la pasada noche
Mientras me sentaba y él hacía el pedido en el balcón yo me senté en una mesa y sentí la tensión volviendo a mis hombros.
no estaba con ganas de estropearlo todo. Debía quedarme con la boca callada.
Pero cuando él volvió y me miró, debe haber percibido lo que yo estaba pensando
Él se sentó y puso el café en mi frente. Por un momento él sólo bebió sin hablar nada y entonces me encaró
-En que momento me vas a interrogar?
-No queiro hacerlo.
Él sonrió de perfil
-Kristen, si vamos a continuar con esto – él hizo un gesto que nos abarcaba a los dos – creo que es mejor que me digas que esta pasando por tu cabeza
suspiré
-No es nada
Él levantó la ceja
-Kristen?
Yo reí y bebí mi café
-en serio. No es nada.
No iba a hablar de ningún modo de cosas que sucedieron el dia anterior.
No cuando yo sentía todos mis pensamientos vueltos sólo por la necesidad de estar con él.
Era absolutamente raro para mí ese tipo se sentimiento.
Rob me miró por encima de la taza de café, los ojos risueños y yo absorbí aquella mirada, todo desapareciendo alrededor.
Él aseguró mi mano por cima de la mesa y yo podía quedar así por horas a hilo, sólo satisfecha de estar juntos y nada más.
-Quieres ir a un lugar conmigo? - él indagó después de un tiempo
-A cualquier lugar – respondí sin pensar y él sonrió de aquel manera que me sacaba de la plomada.
-A cualquier lugar Kristen?
-habla rápido.. A donde?
-Debo encontrar el departamento que me dio la produccion
-¡ah! Yo no voy a ayudarte en la mudanza, Pattz
-Has dicho cualquier lugar
-No dije eso
Él rió, levantandose y arrastrandome con el
-en serio. necesito ir a casa.
-Claro que iras a casa. A la mía - él rió arrastrandome puerta afuera.
Y claro que yo no consegui decir no.
