Capítulo 26: ¿EMBARAZADA????....
Bella…
El tiempo paso, después de mi recaída con la pulmonía, empezaba a tener algo de lucidez aunque todavía me sentía, algo cansada, débil e incluso algunas veces me sentía mareada, me imaginaba que se trataba de la enfermedad que me ataco ese día que hizo que por un instante casi toda mi sangre saliera por mi boca. Mi cuerpo se sentía un poco raro y creo que engorde un poco ya que se me notaba un pequeño bulto en mi vientre.
El Dr. Cullen, Alice, Emmett, Jake e incluso Demetri cuidaban de mí. Era como su tesoro más apreciado aunque no entendía por qué. –No dejaba que ni me moviera.
-Sus miradas eran tiernas e incluso Jake me tocaba con mucho cuidado cuando me ayudaba a levantar de la cama, como si un fuerte apretón de sus enormes brazos fuera a destrozarle.
-El tiempo siguió transcurriendo, y tengo que reconocer que me sentía bien pero su recuerdo, lo tenía presente a diario, no podía dejar de pensar en el. Es tan grande el amor que sentía por el que me daba la ilusión de vivir, la fuerza de mi corazón hacia él, no me dejaba olvidarlo.
-A pesar de atravesar mi corazón con una daga puntiaguda, quería mentirme a mí misma, pero era imposible lo llevaba tatuado por todo mi cuerpo y corazón en lo más profundo de mi alma sigue aquel dolor por creer en él, no entendía porque me decía que me quería y después dejo mi corazón partido.
El me dio las limosnas que le quedaban, se que después de él no hay nada solo el vago recuerdo de una amarga escena.
-estaba dormida, cuando desperté me encontraba sola, trate de levantarme, pero estos mareos eran más constantes. –Me senté nuevamente tratando de tomar aire para pararme otra vez de la cama.
-Bella que haces??? –La dulce voz del padre de él, se escucho a un lado de la puerta.
-Sr. Quisiera levantarme ya me siento mejor y quiero tomar aire. Respire hondo para que no viera en mi rostro los mareos que me atacaban.
-Se acerco tomo mi mano para tomar mi pulso. –Bella tienes que recostarte, tienes que descansar todavía estas algo débil.
-Me siento bien Sr. No se preocupe quisiera salir a pasear por la playa y caminar un rato tengo mucho tiene en esta habitación que no recuerdo el mundo exterior.
-Jajaja, hija no te preocupes el mundo sigue igual, por favor te puede hacer daño.
-Accedí de mala manera, pero el cómo medico me imagino que lo decía por algo, y tenía que acatar sus indicaciones aunque no quisiera.
-Me acosté y serré los ojos. –Solo se escucho la puerta que se abrí entro y salió alguien.
-Hola peque.. Como te sientes.
-La enorme sonrisa de Jake hizo que mi día se alegrara.
–Jake donde has estado me he sentido sola, además el Sr. Cullen no me quiere dejar salir de la habitación pero ya me siento bien, me siento mucho mejor solo son estos mareos que no me dejan tranquila pero de ahí a mas todo está bien.
-Vamos Bella, hazle caso al Dr. Cullen yo sé porque te lo digo, hazme caso.
–Mmmmm puse mi cara de enojo cruzando mis brazos.
-Jake quiero pedirte un favor.
-Si, dime.
-Te pido que me lleves a la playa, quiero caminar además se ve que el día esta bonito, el clima es tibio.
–Nooooo Bella no me pidas eso no, no, no.
-Demonios, le dije y puse mi cara de puchero tratando de convencerlo. –Porfis, plis, porfisssss, ándale si.
-Bella pareces perrito. No hagas eso ya te dije que no.
–Jake por favor, lo tome de la mano, mirándolo a los ojos, sabía que él no se iba a negar, nunca lo hacía conmigo.
-Bueno está bien, solo déjame ver que se halla marchado del padre de Edward y vamos.
Salió deprisa, regresando a los pocos segundos con una chamarra y unos tenis. –Me puso la chamarra y me abrocho las cintas de los tenis.
-Puso mi mano en su cuello y me cargo con facilidad.
-Me cargo hasta la playa, en el transcurso miraba el enorme pasto verde que había crecido, el azul del cielo, el aire un poco fresco en mis mejillas.
-Peque, pareces una niña que no había descubierto la naturaleza.
-Ja, ja no me simpatizas, y si parece que fuera la primera vez de conocer el mundo exterior. –Sonreí por mi comentario, porque así me sentía, algo dentro de mi me daba mucha alegría, me sentía rara algo en mi cambiaba o estaba por cambiar.
–La tristeza que sentía había pasado a segundo término pero si embargo no dejaba de doler.
-Me bajo lentamente, pero sin soltarme cuando llegamos, al parecer el me miraba algo raro camine unos paso, me empecé a marear, pero él me detuvo.
-Bella, por lo que veo todavía no coordinas así que aunque no quieras no voy a soltarte.
-Me tomo la mano, fuertemente, caminando lentamente, caminamos unos pasos, después me solté de su mano muy sutilmente camine sola, unos pasos, mirando el enorme mar que estaba ante mis ojos.
-Como las enormes olas chocaba con la arena, pero esta no sufría daño alguno, seguía igual aunque el mar se llevara pedazos de ella, esta seguía firme bajo su convicción y no dejaba de moverse. No podía dejar de pensar que aunque el mar y la arena fueran inseparables ya que una no podía vivir si la otra son un complemento nacieron para estar juntos, pero sin embargo se lastimaban mutuamente ya que le mar se llevaba pesados de la arena, pedazos del alma.
Así era el amor para mi, él es el hombre de mi vida de eso estaba segura pero él me lastimaba cada que podía y sin embargo no podía alejarme de el porqué sin él no podría existir aunque lo quisiera.
Todo fue un montos de ayeres y por desgracia pocos mañanas sin él. Toda mujer no ama a los hombres por lo que son si no por lo que nos imaginamos que son, y eso me paso a mí, me enamore de un Edward, de un Edward que imaginaba ser, pero porque lo seguía queriendo a pesar de todo ya que cada día fue como un tormento para mí.
-Es idea me asustaba no entendía porque lo llegue a querer de esa forma, porque deje atrás todo por él, James en cierta parte tenía razón como pude perder todo por él cuando él no lo hizo por mí, recordé poco a poco, la escena con esa chica, mis lagrimas en la lluvia, su miraba al partir de su casa un nudo de mi garganta se presento después de un mareo.
Estaba por caer cuando mi amigo me agarro por la espalda, caímos los dos en la arena por mi desequilibrio. Nuestros cuerpos quedaron uno arriba del otro y nuestros rostros muy cerca que alcanzaba a escuchar los latidos del corazón de mi amigo. Después de unos minutos mirándonos el hablo.
-Bella, te dije todavía estas un poco mal será mejor que regresemos le puede hacer daño al b…-Se cayó rápidamente sin terminar la frase.
-Por favor no fue nada, además solo son estos mareos que no me dejan, voy a decirle al dr. Cullen para que me diga que es lo que me pasa.
-En un movimiento rápido, se puso de pie y me levanto sin mayor dificultad me miro muy serio y me dijo.
-Bella tengo algo que decirte, ya tienes que saber qué es lo que te pasa.
-Dime que me pasa por favor me asustas. –El me miro y se puso serio.
-Bella cuando te traje a la Push, tenías una fuerte pulmonía el Dr. Cullen y sus hijos incluyendo a Edward vinieron a verte rápidamente, han estado contigo todo este tiempo e incluso Edward esta aquí aunque te había dicho que se había marchado.
-Camine sin rumbo dejándolo atrás. –Me alcanzo, tomo mi cara entre sus manos para que lo mirara a los ojos.
-Perdón por mentirte pero si te dije que Edward se había marchado fue porque estabas muy mal y tenía miedo de que algo te pasara a ti y al bebé.
-Que estás diciendo Jake cual bebé.????
-Bella.. –Se quedo callando un instante como tratando de buscar las palabras adecuadas.
Vamos Jake me asustas cual bebé dime qué pasa??.. -Las manos me sudaban las piernas me temblaban, sentía nauseas.
Me tomo de la cintura, mirándome fijamente, y me dijo.
-Bella tu hijo, estas embarazada.
-Nos quedamos mirándonos, sin decir nada, no podía creer que dentro de mi creciera un bebé, un hijo mío fruto de mi amor por Edward por el único amor de mi vida, seria madre por primera vez, un ser crecía dentro de mí la vida hizo su trabajo y después de todo lo malo surgió algo bueno. Después de la tormenta llego la calma a mi vida, seria madre y eso es lo único bueno que el dejo en mí, me dejo un hijo de los dos.
La vida, mi vida iba a dar vida a otra vida, vaya que la naturaleza es excepcional y magnifica el nacer de otra vida es algo maravilloso, tener dentro de tu vientre a un ser humano una parte de ti, me imaginaba los primeros pasos de mi bebe, el cómo sería mi hijo, ¿se parecería mi, o a él? Heredaría sus hermosos ojos color bronce, su piel blanca, su cautivadora sonrisa, y su especial esencia, que heredaría de su padre seria para mí un incognito hasta su nacimiento.
-A pesar de todo, él era su padre, y tengo que confesarlo que me alegraba mucho que fuera su padre y no James, el seria mi eterno amor imposible, y si iba a ser imposible tenerlo conmigo pues trataría de conformarme con un pedazo de su vida que con solo mirar a mi bebe me recordaría a su padre.
-Lo, mire con mucha alegría, nos abrazamos.
-El me cargo en sus brazos como si el bebe fuera su hijo, me sentía como una niña pequeña con su juguete nueva, nos reímos como locos solo mirándonos con nuestros ojos llenos de alegría por la noticia mi mejor amigo seria tío ja ja, y sería como el padre de mi hijo aunque el tengo un padre no creo que su prometida le permita ver a mi hijo así que me daba igual el seria solo mío nada más.
Tocamos juntos por instinto mi vientre nuestras manos se entre lazaron y nos sentíamos felices por la noticia. –Tengo que reconocer que mi vientre había crecido no me había percatado porque pensé que había engordado o quizás me imaginaba que estaba hinchada por la enfermedad pero nunca me imagine que este pequeño bulto que sobre salía por mi vientre fuera mi bebé.
-Me sentía volando por el aire, llena de alegría, cuando a lo lejos lo vi.
-Nos miraba con asombro y a la vez con recelo. A lo mejor la escena que miraba no era de su agrado….
Continara...