Fe
—¡Bella! —gritó El jefe de policía Swan desde la entrada de sus residencia, comenzando a dar zancadas entre furiosas y aterrorizadas. Charlie Swan ya tenía premeditado lo que iba pasar y con quien seguramente iba a regresar su preciada hija…Se había planteado muchas situaciones y barajeado las formas de reaccionar ante ellas; con indulgencia o aplicar el poder que tenía como oficial de policia… Pero, hasta que me vio saliendo a mi del auto; Con la cosas más preciada para el en mis brazos luciendo como un cadáver en vida….Se dió cuenta de que en realidad el nunca se había preparado para esto. Y tampoco lo estaría en el momento en que yo, el despreciable Edward Cullen La Volviera a Abandonar…
Maldito Insolente, Entupido muchacho… Infeliz desalmado. ¿Qué no es ya suficiente en dolor que le has causado? ¿Cómo te atreves? Idiota, Imbécil…
Charlie Swan no era absolutamente nada mío, no sentía otra cosa mas que respeto por el…. Pero sus insultos eran más dolorosos de lo que pude siquiera imaginar.
—Charlie —murmuró silenciosamente Bella en mis brazos, suficientemente cansada como para sostenerse en pie, Mucho menos para enfrentar a su Padre por mi causa….
Aun no entendía por que no me pedía que me alejara, ¿Qué era lo que ella bisecaba?, ¿Que era lo que tanto dolor le causaba al estar cerca de mi?, ¿A caso solo buscaba respuestas?. Era lo más razonable… Y era lo menos que podía darle en este momento. Pero primero; ella tendría que descansar.
Ya Dios diría que pasaba después.
—Silencio. Todo va bien; estás en casa y a salvo. Duérmete ya—Le dije en un tono en el que solo ella podría escucharme. Mas no me hizo caso.
—No me puedo creer que tengas la cara dura de aparecer por aquí —bramó Charlie a solo unos cuantos pasos de mí, dando zancadas enormes mientras su furia iba acrecentándose… En su mente se imaginó golpeándome de una manera salvaje…. Sería inútil, lejos se causarme daño a mi, solo se lo causaría a el. Aunque… en realidad, los golpes me los merecía. Merecía eso y más.
—Déjalo, papá —balbuceó a penas. Oh, Vaya… me estaba defendiendo
—¿Qué le ha pasado? ¿¡Qué le has hecho!?—inquirió Charlie, y su mente una vez mas comenzó a divagar en distintas situaciones, desordenadas y poco racionales… Pero en todas yo era el culpable del estado de Bella, el horror y el miedo resultaron mas fuertes que su potente furia, una que estaba seguro…iba a tener consecuencias en un humano de su edad. Temblé por dentro. Al imaginarme a Charlie Swan afectado de gravedad. Una vez más…por causa mía
—Sólo está agotada, Charlie. Por favor, déjala descansar—intenté calmarme, pero el haber pronunciado una palabra dirigida hacia el, solo hizo recobrar su febril odio e ira… ¿Era esto lo que el amor de Charlie podía llegar a provocar?, ¿Tanto amaba a su hija que estaba dispuesto a matarme para arrancarla de mis brazos?...A el no le preocupaba el crimen que cometería, y estaba seguro de que, si no fuera por Bella o por la situación y el lugar….ya hubiera sacado la pistola y disparado hacia mi pecho. No le importaba…Para el; yo era el monstruo, el que subía desde el infierno para torturar a su angelito más preciado.
Lo peor de todo es que le estaba dando la razón… Si yo estuviera en el lugar de Charlie, o si algún tercero se atreviera siquiera a ponerle un dedo encima para lastimarla…. Serían poco los segundos en que este permanecería con vida.
La diferencia es que era yo quien había extendido ese dedo. Charlie Swan, También distinto a mí y, aunque el mismo no quisiera aceptarlo; Contaba con el don de la indulgencia.
—¡No me digas lo que tengo que hacer!. ¡Dámela! ¡Y quítale las manos de encima!—bramó mientras me extendía su brazos con hostilidad, intente extenderla hacia el, a pesar del dolor que sentía al dejarla lejos de mi agarre. Pero Bella tomo mi camisa en sus dedos, aferrándose a mi pecho fuertemente…. Me sorprendí.
—Déjalo ya, papá —volvió a decir, esta vez un poco más fuerte—Enfádate conmigo.
¿Cómo puedes defenderlo…como después de todo… maldito muchacho, Idiota, mequetrefe hipócrita Sabandija…
Ouch…eso de verdad lastima.
—Puedes apostar a que sí —prometió Charlie—. Entra.
—De acuerdo. Bájame —suspiró resignada, índico con un movimiento que la bajará, y así lo hice…con mucho pesar. Pero a penas caminó unos cuento pasos y se dejó caer…La tomé en brazos antes de que pudiera golpearse la cabeza con la acera. No quería aceptarlo...pero Charlie, a su edad…no podría con Ella, y bella estaba demasiado extenuada como para caminar por si sola a su habitación. A demás de que iba tomar la mínima excusa para permanecer con ella….todo el tiempo posible antes de que…
Preferí no pensar en ello…
—Déjame sólo que la lleve a su cuarto. Después me marcharé.
—¡No! —gritó, esta vez con todas sus fuerzas…sorprendiéndome aun más. ¿De verdad no quería que me alejara?, ¿después de todo….?, ¿Qué era lo que ella quería de mi? O era que tal vez aun no obtenía las respuestas que me pedía a gritos en sus ojos… Sería un milagro pensar que… depures de lo presenciado, después del daño…quisiera quedarse a mi lado. Tal vez irme era la correcto, pero… ¿cometer el mismo error?. No…no, esta vez, que ella lo decida.
Que ella me lo pida, mientras tanto… le daré lo que ella precise de mi, y nada si lo prefiere así
—No iré lejos —prometí en voz baja, lo suficiente como para que Charlie Swan no pudiera escucharme.
—Hazlo… pero te quiero fuera después—dijo Charlie a lo bajo, reprimido y resignado.
Solo…solo deja de lastimarla. Suplicó en pensamientos y yo me lo juré estrictamente a mi mismo en secreto.
Subí las escaleras de la casa con Bella ya casi dormida, aun apretándome fuertemente de la camisa… Le sonreí y retiré cada uno de los para que su mano pudiera descansar en su pecho. Entré a la habitación, no había cambiado en nada… excepto por algunas, que….no podía encontrar cuales eran. Suspiré y acosté a Bella delicadamente en su cama, envolviéndola con la colcha….
Me perdí, mirándola dormir, no era justo. Cuántas veces en mi tiempo de oscuridad trataba de recordar como se veía ella…allí, recostada, tranquila y segura…en brazos de Morfeo. Hoy me di cuenta de que mis recuerdos, casi perfectos…nunca le iban a hacer justicia…. Lo añoraba, añoraba que esto siempre fuera de esta forma, que siempre pudiera admirarla como lo hago ahora, aun con Charlie contando los segundos para salir de su casa, o la incertidumbre de no saber si ella me aceptaría de vuelta.
—¡Suficiente!, ¡Ahora sal de mi casa! — gritó Charlie desde las escaleras. Me dì la libertad de besarla rápidamente en la frente y salir de su cuarto…. No me preocupaba por ahora, regresaría pronto….
—Me retiro—avisé caminando hacia la puerta.
—Edward…—me llamó este, con voz demasiado reprimida, no necesite leer su mente para saber que estaba tratando de no armar un escándalo con Rose y Emmett afuera, esperándome— Debo ser claro contigo, no se si planees quedarte o irte de nuevo. Sea como sea…te lo advierto muchacho; No quiero que vuelvas a traspasar la puerta de esta casa, no quiero que estés ni un centímetro más cerca de ella… no pretendo contenerme la próxima vez que la vuelvas a lastimar.
—Jefe Swan, no es mi intención contradecirlo y ofenderlo…— no supe como empezar, y no lo analicé, Charlie era un hombre directo, y yo sería de la misma manera, directo con el— acepto sus reglas, prometo no entrar a esta casa si se me restringe. Pero me temo que no podré aceptar su última condición.
¡Insolente!
—Le tengo respeto.. —proseguí—pero me niego a acatar una regla imposible de obedecer para mi. Intenté hacerlo, y créame cuando le digo que nunca me he preocupado por otra cosa que no sea su bienestar. Más no comentaré ese mismo error otra vez… Una vez mas le reitero mi respeto; pero Amo a Bella y será ella quien decida si debo o no alejarme de ella.
Sabandija, ¿Cómo se atreve?...Insolente
—Con su permiso…—murmuré y salí de la casa sin mirar a tras
Caminé lo más rápido posible (humanamente por supuesto) a la puerta del auto donde esperaban Rose Y Emmett, en cuanto abrí la puerta trasera del auto, Emmett arrancó. No pronunciaron ni una sola palabra, y yo agredía que lo hicieran; En un instinto muy humano, me apreté el puente de la nariz con el dedo pulgar y anular… pensando que tal vez así, lograría borrar los insultos y reproche de Charlie Swan…
Charlie Swan, Bah!, el en realidad no importaba tanto…o al menos así siempre lo consideré, pero…vaya, como lastimaba haber perdido la minima confianza que tenía en mi, decepcionar a alguien, Me imaginaba un buen muchacho, un caballero. Y que había resultado; Un cobarde insensible e inmaduro sabandija. ¡Maldición!
—Edward…—Su voz me sacó de mis tortuosos pensamientos.
— ¿Qué quieres, Rose? — pregunté tajante. No necesitaba otro instintivo para ponerme de nervios, no ahora…era lo menos que necesitaba.
Demonios, Sigue molesto.
— ¿Esperabas que estuviera Riéndome?—dije con Cruel ironía, ella le hizo una mueca de dolor al espejo retrovisor. Suspiré cruzado de brazos e intenté concentrar mi vista en algún punto del camino.
Lo siento…
—Olvídalo Rose—murmuré con escepticismo.
¿Algún día lograrás perdonarme?
—Ya lo hice
—Edward…yo…—volvió a murmurar insegura, Emmett solo conducía, con los ojos puestos en la carretera, como si de verdad tuviera que concentrarse en ella; como si nuestras Conversación pasara desapercibida por el No seas así con ella Por favor. Hazlo por mi hermano…La ha pasado muy mal. Fue lo único que pensó, y por respeto a el…lo olvidaría.
—Rose, entiendo…—comencé, el tono de mi voz logró el matiz que buscaba. Comprensivo, indulgente— Ahora tengo muchas cosas en la cabeza, muchas cosas en que decidir, en que pensar… No me impongas más traba, necesito tranquilidad.
Nos quedaremos Pensaron ambos al unísono. Me dí cuenta; una ve más… de que no solo había decidido por mí… Había removido a toda mi familia de un lugar, de un hogar… ¿Y Quién era yo para hacerlo? Un vampiro asustado, incapaz de pensará más allá de sus propias narices, un egoísta… Una Sabandija
—Yo no soy quien para impedirle algo así, y lamento haberlo hecho en el pasado. Ustedes siempre han sido libres de vivir en Forks.
Ambos se miraron el uno al otro con ojos de inanita, No había contestado su cuestión verdadera
¿Te quedarás?
Era deplorablemente lastimero que me lo recordaran. Y era ridículamente frustrante la incertidumbre.
—Sólo si ella lo quiere así.
Bella Swan es la que decide… ¿No es así? Sus pensamientos iban impregnados con estúpido sarcasmo…
—En lo que respecta a mi vida, Si—fruncí el seño, hablé lo más claro y fríamente posible— Acostúmbrate a eso.
Llegamos a la casa en cuestión de unos minutos, las puertas estaba abiertas. Nunca me había acostumbrado a permanecer en un lugar fijo…no tomaba afecto porque sabía que tarde o temprano este sería remplazado por otro. Sin embargo, no pude reprimir el sentimiento de añoranza al cruzar aquellas puertas y ver al resto de mi familia reunida allí, solo por mí, Otra vez como el hijo prodigo arrepentido de sus errores. Sin rencores, sin reproches… Sin la necesidad de perdonar porque no encontraban una sola ofensa.
No pude evítalo, a diferencia de Jasper; yo no lidiaba con la gama de emociones que esto me provocaba. Me sentí asqueado conmigo mismo… Era desasida culpa como para lidiar con ella. Bajé mi cabeza y deje salir un quejido… Resultaba tan patético.
—Hijo, No debes sentirte avergonzado—susurró Carlisle, que ya se encontraba tomándome de los hombros, fuertemente…obligándome a mirarlo a los ojos— tolo que hiciste, todo lo hiciste por amor.
—No sirvió no nada, lo único que causé fue dolor. Me equivoqué y las consecuencias fueron fatales,
—Nos equivocamos, pero lo hacemos para demostrar fortaleza—esta vez fue Jasper quien habló, acercándose a mí apartando una de las manos de Carlisle para colocarla en mi hombro también— Eres mas fuerte que cualquiera de nosotros. No nos hagas perder fé en ti…
—¿¡Fe!? — Exclamé exasperado — ¡¿Cómo puedes siquiera pretender tener fe en mí?!, ¡Después de lo que le he hecho!, ¡Después de lo que le He Hecho a ella!
Iba a soltarme del agarré de Carlisle y mi Hermano. Esto era enfermizo, tan poco sensato…¿Por qué todo insistían en verme como alguien inocente?, ¿Por qué no podían ver que mis decisiones siempre serían las peores?, ¿Por qué querían formar parte de alguien que, lejos de traerles felicidad, solo acarreaba decepciones, tristezas….?. Fe en Edward Cullen, Jasper y todos lo demás… ¿Cómo podían lograr tener fé en alguien como yo?
—De la misma manera en que en que tu la tienes en mí, Edward—respondió Jasper a todas mi interrogantes, sin necesidad siquiera de leer mi pensamiento— O ¿es que caso no la tienes?
—No seas ridículo, por supuesto que tengo fe en ti,
—Y ¿Por qué, Edward?, ¿Qué he hecho yo para merecerla? Después de lo que pasó hace 6 meses, ¿Aun tienes fe en mi?
Me quedé mudo e inmóvil. ¿La tenía?, en verdad podía…podía confiar en Jasper después de lo ocurrido. Jasper siempre fue parecido a mí en muchas aspectos, algunas reacciones, algunas similitudes en el carácter…la manera de amara tan profunda e inevitable… La fortaleza y la capacidad para sobrellevar nuestros conflictos internos.... Era una de la persona más entera que conocía, de las más tenaces… Dispuesto a hacer todo, lo que fuera por nosotros, por Alice. ¿Debía juzgarlos solo por una estúido papel rebelde afilado?, ¿Por una situación inevitable que bien podía haberse presentado en un lugar equivocado y con alguien inadecuado?.... Jasper era mucho más que eso, Jasper Hale no sería jugado por un error, si no por una vida de esfuerzo, valentía y fortaleza…
¡OH!, Ahora comenzaba a entenderlo. Alcé mi cabeza y en una acto de hermandad, coloque mi mano en uno de sus hombros también…
—Sin duda alguna—le sonreí con suficiencia, y el lo hizo también.
Sabía que entenderías.
—Gracias—lo dije con el corazón.
Y que Rayos estas esperando aquí… ¡Ve con ella!
Volví a sonreír, no pude indagar si era de nervios o de agradecimiento a el y a mi familia…que seguí aun viéndome como la oveja perdida… Y así me sentía yo, una oveja que por fin había regresado a su hogar…
Ojala puedan volver a ser como antes
Te lo mereces hermano.
Salúdame a mi enanita favorita.
Solo sé Feliz Edward.
Salí de la casa y corrí por el bosque….Una parte de mí había quedado aliviada y en paz. Una parte que nunca había tomando como segundo término, Tenía una familia, que me aceptaba con era, con mis errores y mis falsos pasos…una familia que estoy seguro, En la eternidad iba a volver a descuidar.
Pero faltaba la parte más difícil, la más importante de todas…
Enfrentar a Bella, y de ser posible…. Implorarle y demostrarle hasta perecer que Mi existencia sin ella…No significaría nada.
La verdad
Aquí estaba otra vez; tal como el día que nuestra historia comenzó y me era tan extraña la analogía de ambas situaciones. Sin bien recuerdo, esa noche la abrazaba de la misma manera, tal como lo hago ahora, esa noche respiraba tan similar a como lo hace en estos momentos… su esencia era exactamente la misma desde hace casi un año. Y la habitación estaba exactamente como lo estaba en ese momento, bueno…en si.
Había encontrado la diferencia que noté cuando entre esta mañana…. Sus libros, sus discos, películas e incluso adornos; todo lo que ella frecuentaba, todo lo que la describía; habían desaparecido de su habitación, dejando un hueco simplemente lleno de mueblas, ropa y papeles. La apreté más contra mí, Oh, claro que conocía la razón…y no dejaba de lamentarme por ello; ¿¡Qué había hecho!?....; ¿Cómo lo podría remediar? me buscaba una y mil formas, cualquiera que pudiera reparar tanto daño causado, pero siempre llegaba a un punto muerto en mi conciencia… No sabría como hacerlo, ignoraba completamente sus deseos. ¡Frustrante!
¿Como compensarla cuando no se si busca algo en mí?, ¿Cómo consolarla sin saber si yo seré un alivio para ella?...¿Cómo conseguir sobrevivir si ella no pudiera perdonarme?.
Había logrado recuperar a mi familia, sin darme cuenta que mi cuerpo, mi mente pedía recuperar a alguien mucho más importante; Charlie, ahora soñando, se había encargado de ilustrarme todo lo sucedido, y la información con la que me encontré me estaba carcomiendo; Bella Fría, Bella destrozada, Una Bella sin Música, sin libros, sin sonrisas sinceras, Bella vacía. Una Bella que no era Mi Bella.
¿¡Que he hecho!?, ¿¡Que e hecho!? Pensé a gritos una y otra vez, abrazándola contra mí con fuerza, con los ojos ardiéndome, con el corazón matándome… Esto era lo que había provocado, creado una persona tan diferente, tan deprimida y desecha… Dejando lo que había jurado proteger y mantener a salvo: sola, desmadejada y al asecho de una Sádica Vampira sedienta de Venganza, sin más protección que una irresponsable y voluble manada de licántropos entupidos, cegado por mis ideas, por mi idiota obstinación de creer saber lo que era mejor para ella; condenándola al olvido, haciendo que ella misma se perdiera.
¿¡Que he hecho!?, ¿¡Que e hecho!?
Ella no podría disculparme, No debería absolverme de tantos errores… Yo mismo no lograba perdonarme.
—Edward…. —susurró en medio de mi suplicio.
Me congelé, y posé inmediatamente mi mirada en su rostro, asustado de que tal vez me pidiera que la soltara. Pero ahí estaba sin oponer la minima resistencia, profundamente dormida, volteó delicadamente su rostro hacia mi pecho para acurrucarse. Mi Frío corazón recibió el calor sin protesta, sintiéndome en casa.
—Edward…No…no te vayas—volvió a murmurar, pero esta vez con inseguridad, miedo. La apreté más contra mí— ¡Edward, Quédate Por favor! —suplicó con voz asustada, lo suficientemente alta como para despertar a Charlie.
—Shhh. Bella, aquí estoy. Ahora y siempre—la arrullé, repitiendo esas palabras constantemente hasta que se calmara. Supongo que las decía más para mi consuelo que el suyo.
Fue cuando lo recordé, tal como la primera vez que la había escuchado decir mi nombre en sueños, me volví a devanarme los sesos buscando el nombre a las emociones que ahora volvía a experimentar; Otra vez, no encontré significado…no me importó. Y tal y como lo hice hace un año, me deje ahogar en ellas, disfrutando de mi lugar feliz, mi propio Deja Vu… Recuerdo que esa noche, había catalogado mi vida antes de conocer a Bella como una insufrible Media Noche… Pero ahora me daba cuenta, después de haber estado tanto tiempo alejado…que esa en realidad no era la forma de describir mi mundo sin Bella; La media Noche era oscura…pero aun existía una Luna que la iluminara tenuemente. La vida sin Bella era penumbra absoluta: Una Terrible y Lastimera Noche Sin Luna. Oscuridad; plena, desgarrante, penetrante y sin cuartel.
Tendría que encontrar una manera de hacerla entender, que mi existencia lejos de ella; era mucho peor de lo que ella podría pasar alguna vez.
Un suspiro de su parte me puso en alerta. Aun no abría los ojos, pero estaba seguro de que esta vez estaba despertando… Me preparé a mi mimo, y me tomé la libertad de acariciar suavemente su frente. Quise pensar que ella había hecho aquel gesto por causa del frío de mi roce….espere paciente, pero aun no abría sus ojos, como si temiera a hacerlo, como si rehusara a despertar. Fruncí el seño a causa de tanta incertidumbre. Cuando por fin, dio un largo suspiro…Parpadeó y me miró con ojos inescrutables.
—Oh…—se frotó los ojos y pronunció con una tono de voz que no supe identificar. Su mirada me resultaba extraña. Cerró los ojos y lo abrió una vez más…. No entendía el porque de esta reacción tan anómala ¿Estaba asustada?, ¿confundida? Era como si viera en mis algo que ya esperaba, pero que a la vez… le resultara nuevo, sorprendente…. Quizá estaba aterrada de mi presencia.
— ¿Te asusté? —pregunté sin poder contener mi ansiedad, esperando alguna respuesta afirmativa o negativa…Pero mis nervios se hicieron mayores al ver que ella, lejos de responderme, se limitaba a observarme de la misma manera extraña y sorprendida parpadeando varias veces… Por la forma en como la veía, sabia que estaba analizando algo con mucho detenimiento.
Por todo lo que es sagrado. ¡¿Qué rayos estaba pensando?!
— ¡Oh, mierda! —hablo por fin, pero sus primeras palabras no lograron aclárame que era lo que estaba pasando por su mente ahora. Bella no era devota de decir malas palabras. Debería de estar pasado algo verdaderamente malo como para que pronunciara una…
— ¿Qué pasa, Bella? —cuestioné preocupado. Ahora de verdad estaba ansioso.
Se limitó a fruncirme el ceño con tristeza. ¡¿Por el amor de Dios?!...Habla antes de que me vuelva loco.
—Estoy muerta, ¿no es cierto? Me ahogué deverdad. ¡Mierda, mierda, mierda! Charlie se va a morir del disgusto.
¿Pero que…?
—No estás muerta—le aclaré con mala cara
—Entonces, ¿por qué no me despierto? .
—Estás despierta, Bella.
Sacudió la cabeza. —Seguro, seguro. Eso es lo que tú quieres que yo piense, y entonces, cuando despierte, todo será peor; si me despierto, cosa que no va a ocurrir, porque estoy muerta. Esto es horrible. Pobre Charlie. Y Renée y Jake...
Increíble, sencillamente fantástico ¿Era esto lo que de verdad estaba pensando?, ¿De verdad creía que estaba muerta?... Bella tendría que ser mucho más inteligente. Obviamente, yo no estaría con ella en el caso de que ella hubiera muerto… En lo cielo no admiten vampiros egoístas.
—Ya veo que me has confundido con una pesadilla —intenté sonreírle por mi broma. Como estaba la situación, me fue imposible pintarla de alegría—. Lo que no me puedo imaginar es qué es lo que debes de haber hecho para terminar en el infierno. ¿Te has dedicado a cometer asesinatos en mi ausencia?
—Pues claro que no. Tú no podrías estar conmigo si yo estuviera en el infierno.
Exacto, mas bien porque sería imposible que ella cayera en el averno. ¿Es que nunca lo entendería? .Suspiré.
Una vez más, el silencio la envolvió mientras analizaba las cosas con más calma, asumí que comenzaba a percatarse de lo que de verdad estaba pasando. Pude notar la sangre que se acumulaba lentamente en sus mejillas… Contemplé ese sonrojo, mi favorito, como lo sería siempre.
—Entonces, ¿todo eso ha ocurrido de verdad? —parecía sorprendida.
—Eso depende. Si te refieres a que casi nos masacran en Italia, entonces, sí.
—¡Qué extraño! He viajado a Italia de verdad. ¿A que no sabías que por el este nunca había pasado más allá de Alburquerque?
Hay Bella…Puse los ojos en blanco. A comparación de confundir la realidad con un sueño, ese comentario se ganaba el premio mayor
—Quizá deberías dormirte otra vez. No dices más que tonterías.
—Ya no me siento cansada. ¿Qué hora es? ¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?
—Es la una de la madrugada. Así que, unas catorce horas.
Comenzó a estirarse de una manera muy natural, como si no fuera yo….el causante de toda su desgracia, con quien estuviera charlando a altas horas de la madrugada en su habitación.
Jamás me dejaría de impresionar
— ¿Y Charlie? —preguntó.
Hablando de recordatorios dolorosos…
—Duerme. Deberías saber que en este preciso momento me estoy saltando las reglas, aunque no técnicamente, claro, ya que él me dijo que no volviera a traspasar su puerta, y he entrado por la ventana... Pero bueno, al menos la intención era buena.
— ¿Charlie te echó de la casa? — pareció sorprendida de mi declaración. Sorprendente A había empezado la conversación y yo ya me encontraba frustrado por saber la razón del porque ella no me echaba de su cuarto al igual que Charlie Swan.
— ¿Acaso esperabas otra cosa? — pregunté irónico… Ironía era que ella reaccionara tan tranquilamente ante mi presencia.
¡Vamos Bella…si quieres que me vaya solo dilo!
—¿Cuál es la historia? —preguntó con curiosidad, aunque pude notar cierta mirada sospechosa, sabía que ella de verdad querría saberlo… pero la vez, estaba seguro de que alargaba todo esto como una simple charla monótona por una razón. No sabía porque, pero al fin y al cabo termine por agradecérselo… más tiempo con ella antes de que me pidiera alguna otra cosa.
— ¿Qué quieres decir? — le seguí el juego
— ¿Qué le voy a decir a Charlie? ¿Qué explicación le voy a dar por haber desaparecido...? Ahora que lo pienso, ¿cuánto tiempo he estado fuera?
—Sólo tres días —entrecerré los ojos. Habíamos llegado a un punto importante en que ni siquiera yo, con tantas tonterías en la cabeza, me había preocupado por resolver… ¿Qué era correcto decir en esa situación? Y no creo que Bella planeara contarle a su Padre que había viajado a Italia para evitar que yo me quitara la vida por hacer haber imaginado…. No, creo que esa definitivamente no era una alternativa—….. En realidad, albergaba la esperanza de que se te ocurriera alguna buena explicación. Yo no tengo ninguna.
—De fábula— bufó decepcionada.
—Bueno, quizás Alice sea capaz de inventar algo —dije tentando terreno, era justo aquí donde no tenia de cómo continuar… No quería poner fin al paréntesis que estábamos creando ella y yo. De ser posible, me deleitaría tanto como pudiera hablando de cosdas insustanciales. Aunque la espera solo anticipaba lo inevitable, a pesar de no tener una idea exacta de lo que fuera…
—Y bueno... —comenzó, estaba seguro que ahora, tal vez esteria pensando otra forma de maternos hablando…—¿en qué has andado hasta hace tres días?
Mala pregunta… y ¿Por qué era precisamente eso lo que debía de preguntarme en este momento?, y ¿Cómos debía contéstale? No creo que Bella gozaría una historia en donde solo existía color negro y sentimiento de lamento y desolación.
Pues veras Bella… simplemente la pasé desgarrándome el corazón de piedra como un inútil deleznable, ¿Sabías que el dolor en los vampiros es miles de veces más agudo que el de un humano?...Después de fracasar en protegerte de Victoria; me ahogué en un mar de agonía, muerte y lenta tortura que me volvió loco por 6 largos meses… Experimenté la congoja más grande de toda mi existencia y casi me pierdo a mí mismo, a mi familia y a ti. Nada en especial amor, ¿Y dime, tú que has estado haciendo?
—En nada que me entusiasmara excesivamente—censuré mis pensamientos.
—Claro que no —masculló con cara de enfado.
— ¿Por qué pones esa cara?
—Bueno... —frunció los labios pensativa—, si, después de todo, sólo fueras un sueño, ésa sería exactamente la clase de respuesta que darías. Mi imaginación no da para mucho, está muy claro.
Suspiré. Y ahí va de nuevo, ¿En verdad le era tan difícil creer que no la estaba atormentando dormida?, no sabía que Bella tuviera sueños tan reales, seguramente ese sería el catalizador de sus involuntarias palabra en brazos de Morfeo. Me cuestioné…quizás era por eso que no me corría aun de su habitación…
Dolor…otra vez, jamás me iba acostumbrar a él.
.
—Si te lo cuento, ¿te creerás al fin que no estás viviendo una pesadilla?
— ¡Una pesadilla! —Reclamó, no quise hacerme falsas ilusiones—. Quizá si me lo cuentas.
—Estuve... cazando— lo que, en términos técnicos, era cierto.
— ¿Eso es todo lo que eres capaz de hacer? —criticó—. Eso no prueba de ninguna manera que esté despierta.
Vacilé por unos instantes. Era evidente, sin en este momento me abría y respondía a la pregunta tal y como es, Censurando las situaciones macabras y ridículas por supuesto, entraríamos en otro terreno.
—No estuve de caza para alimentarme. En realidad, ponía a prueba mi habilidad... en el rastreo. Y no soy nada bueno.
— ¿Y qué fue lo que estuviste rastreando? —preguntó intrigada.
—Nada de importancia— Y aquí comenzábamos, esto ya era pasarse a otro nivel…en cualquier momento…ella pediría un mejor explicación, con ella….una excusa para preguntar el porqué aun seguía en su habitación. No sabía cómo lograría sobrevivir esta vez
—No te entiendo.
….No…no estaba seguro de querer partir tan pronto, al menos…el menos no lo haría sin suplicar que me perdonara.
—Yo... —¡Maldita sea!, ¿Cómo encontrar las palabras correctas?—. Te debo una disculpa. No, sin duda, te debo mucho más, muchísimo más que eso, pero has de saber que yo no tenía ni idea.... No me di cuenta del desastre que dejaba a mis espaldas. Pensé que te dejaba a salvo. Totalmente a salvo. No tenía ni idea de que volvería Victoria... . Debo admitir que presté más atención a los pensamientos de James que a los de ella cuando la vi aquella vez y, por consiguiente, fui incapaz de prever esa clase de reacción por su parte y de descubrir que ella tenía un lazo tan fuerte con él. Creo que me he dado cuenta ahora de que Victoria confiaba tanto en él que jamás pensó que pudiera sucumbir, ni se le pasó por la imaginación. Quizá fue ese exceso de confianza el que nubló sus sentimientos por él y lo que me impidió darme cuenta de la profundidad del lazo que los unía….
Pero, de cualquier modo, no tengo excusa alguna por haber permitido que te enfrentaras sola a todo eso. Cuando oí lo que le contaste a Alice, e incluso lo que ella vio por sí misma, cuando me di cuenta de que habías tenido que poner tu vida en manos de hombres lobo, esas criaturas inmaduras y volubles, lo peor que ronda por ahí fuera aparte de Victoria.... Por favor, créeme cuando te digo que no tenía ni idea de todo esto. Se me revuelven las tripas hasta lo más profundo, incluso ahora, cuando puedo verte segura en mis brazos. No tengo ni la más remota disculpa en...
—Basta—interrumpió secamente… , obviamente no me perdonaría… ¡Era Estúpido, débil e Idiota! Imaginar que de verdad… que siquiera albergara la esperanza de volver con ella como si nada hubiera pasado. Si Edward, adelante… hazte falsas ilusiones como un mentecato adolescente de secundaria, mírate a ti mismo, tan terco tan egoísta…tan idiota….tan ingenuo como para pensar en una solución sencilla a esta situación, tan miserable que hasta el más mediocre de los humanos parecía un afortunado a comparación tuya.…
Seguramente eso me diría a mi mismo hace 2 años si viera en que me he convertido…. El Edward metódico, el Edward intraspazable…el fuerte; Estaba seguro, sentiría asco de mi…como lo hago yo de el presente.
—Edward —comenzó a hablarme una vez más, interrumpiendo momentáneamente mi castigo persona…Tenía que ser esto, había llegado la hora. Intenté prepárame mentalmente para un segundo dios..... Naturalmente, fue imposible —, esto tiene que terminar ya. No puedes ver las cosas de esa manera. No puedes permitir que esa... culpa... gobierne tu vida. No tienes por qué asumir la responsabilidad de las cosas que me han ocurrido aquí. Nada de esto ha sucedido por tu causa, sólo es parte de las cosas que me suelen pasar a mí en la vida. Así que si tropiezo delante de un autobús o lo que sea que me ocurra la próxima vez, has de ser consciente de que no es cosa tuya asumir la culpa. No tienes por qué salir corriendo hacia Italia porque te sientas mal por no haberme salvado. Incluso si yo hubiera saltado de ese acantilado para matarme, ésa habría sido mi elección y, desde luego, no tu responsabilidad. Sé que está en tu... naturaleza el cargar con las culpas de todos, pero de verdad... ¡no tienes por qué llevarlo hasta ese extremo! Es de lo más irresponsable por tu parte no haber pensado en Carlisle, Esme y.. — la voz se le quebró, ella np pudo terminar de hablar
¿Qu….qué?
Suponiendo que no hubiera escuchado mal, que es lo menos probable pues mi sentido del oído era mucho más que infalible… Bella me estaba planteando que la única razón por la que viaje a Italia y seguirla para no querer perder la vida más invaluable en todo este maldito universo era porque… ¡Porque solo me sentía culpable!
Lejos de pedirme que me fuera, me llamaba la atención por haber cometido un acto tan exagerado al extremo, preocupada por mi familia; Esme, por Carlisle…y ¿Por mi? Como si arrojarse de un acantilado por diversión quedara en un término de mucho menor importancia…. Sin mencionar su propio sufrimiento…sin un solo reclamo de haberla abandonado.
Sencillamente Sorprendente.
—Isabella Marie Swan —susurré con el corazón en vilo su nombre completo, seguramente, mi anterior análisis y mezcla de sorpresa daban a relucir una momentánea locura, era verdaderamente de lunáticos lo que estaba pasando—, pero ¿tú te crees que le pedí a los Vulturis que me mataran porque me sentía culpable?
— ¿Ah, no? —mostró la expresión más confundida que le hubiera visto.
—Me sentía culpable, de una forma muy intensa. Más de lo que tú podrías llegar a comprender.
—Entonces, ¿qué estás diciendo? No te entiendo.
—Bella, me marché con los Vulturis porque pensé que habías muerto —la peor de las maldiciones que pudieran lanzar sobre—. Incluso aunque yo no hubiera tenido nada que ver con tu muerte... —el peor acontecimiento que mi mundo podría alguna vez presenciado…—. Me hubiera ido a Italia aunque no hubiera ocurrido por culpa mía. Es obvio que debería haber sido más cuidadoso, tendría que haberle preguntado a Alice directamente, en lugar de aceptarlo de labios de Rosalie, de segundas. Pero vamos a ver... ¿Qué se suponía que debía pensar cuando el chico dijo que Charlie estaba en el funeral? ¿Cuáles eran las probabilidades?
»Las probabilidades... —Irónico, cada decisión, cada movimiento erróneo, todo lo que creí mejor resultó lo nefasto… tropezones fatales, caídas prácticamente irremediables—. Las probabilidades siempre están en contra nuestra. Error tras error. No creo que vuelva a criticar nunca más a Romeo.
—Pero hay algo que aún no entiendo, y ése es el punto más importante de la cuestión: ¿y qué?
—¿Perdona?
—¿Y qué pasaba si yo había muerto?
Me confundí, ¿Qué clase de pregunta ridícula era aquella?, ¿¡Y que si ella no hubiera muerto!?... me parecía que estaba iniciando una conversación como alguien que ignora completamente el amor profundo y eterno que le tengo a pesar de todas las cosas, ¿Lo ignora de verdad?, ¿¡puede llegar a olvidar un hecho tan inevitable y real!?...
….Creo que estaba llegando al núcleo del verdadero problema.
—¿No recuerdas nada de lo que te he dicho desde que nos conocimos?—cuestioné incrédulo que pudiera existir ese tipo de amnesia tan injusta, o el simple pensamiento absurdo de siquiera imaginar que mis sentimientos hacia ella desaparecieron por completo
—Recuerdo todo lo que me has dicho— respondió con pesadumbre y pude reconocer una vez mas el mismo semblante de dolor que mostró en Volterra sobre mis insinuaciones de permanecer unidos; Dolor, pesadumbre… un sentimiento que luchaba contra todo para poder ocultármelo, pero estaba seguro… la carcomía por dentro. Entonces ahora todo tenía sentido, las razones del porque su actitud ´para conmigo en Volterra.
Recordé el día de mi despedida, el rostro en el que admitía y creía con suma facilidad mi miserable mentira, en donde ella me daba la razón en afírmale que no me convenía estar a su lado… cuando le decía que yo no lo amaba……El rostro lleno de dolor, exactamente el mismo rostro de Volterra, el mismo de ahora….Ella, ¿en verdad seguía con la idea de que yo no la quería más conmigo? Después de todo lo que habíamos pasado en Italia…las señales, aun podía buscar excusas como la culpa para seguir pensando en mi mentira del pasado….
Rocé con la yema e mi dedo su labio inferior, podía sentirlo temblar ante mi contacto, vacilando si mi toque era por mero reflejo o una demostración de cariño…yo gocé del calor antes de aclarar sus ideas.
—Bella, creo que ha habido un malentendido —cerré los ojos mientras sacudía mi cabeza negando lentamente, Que en verdad pudiera ser fiel a una tontería tan grande como aquella después de tanto tiempo… lastimaba—. Pensé que ya te lo había explicado antes con claridad. Bella, yo no puedo vivir en un mundo donde tú no existas.
—Estoy.... Estoy hecha un lío —no parecía comprender ni una sola palabra de lo que yo decía, Muy bien… si esto no lo era suficiente, tendría que aclararle todo desde el principio.
.
—Soy un buen mentiroso, Bella, tuve que serlo.
Me sacudió por los hombros, intentando relajar mi rígida postura.
Su expresión cambio instantáneamente a una completamente helada y sucumbida por el dolor, ¡No.,..no!, a eso no era a lo que me estaba refiriendo…¿Es que me costaría demasiado trabajo de verdad hacerla entender la verdad?
—¡Déjame acabar! Soy un buen mentiroso, pero desde luego, tú tienes tu parte de culpa por haberme creído con tanta rapidez—No puse reprimir el una mueca de dolor al siquiera recordarlo—Eso fue... insoportable.
—Te refieres a cuando estuvimos en el bosque, cuando me dijiste adiós... —Bella aun pronunció las palabras en una estado de incredulidad, completamente paralizada y adoloraría, ese día en especial tampoco le resultaba el mejor recuerdo que haya podido tener...... Comencé a explicarlo todo, absolutamente todo.
—No ibas a dejar que lo hiciera por las buenas. Me daba cuenta. Yo no deseaba hacerlo, creía que me moriría si lo hacía, pero sabía que si no te convencía de que ya no te amaba, habrías tardado muy poco en querer acabar con tu vida humana. Tenía la esperanza de que la retomarías si pensabas que me había marchado.
—Una ruptura limpia —susurró para si misma
—Exactamente. Pero ¡nunca imaginé que hacerlo resultaría tan sencillo! Pensaba que sería casi imposible, que te darías cuenta tan fácilmente de la verdad que yo tendría que soltar una mentira tras otra durante horas para apenas plantar la semilla de una duda en tu cabeza. Mentí y lo siento mucho, muchísimo, porque te hice daño, y lo siento también porque fue un esfuerzo que no mereció la pena. Siento que a pesar de todo no pudiera protegerte de lo que yo soy. Mentí para salvarte, pero no funcionó. Lo siento.
»Pero ¿cómo pudiste creerme? Después de las miles de veces que te dije lo mucho que te amaba, ¿cómo pudo una simple palabra romper tu fe en mí?
Bella continuó paralizada y callada, o demasiado sorprendida o demasiado renuente a creer las palabras que le estaba diciendo. No podía leer su mente, pero no necesitaba hacerlo ene se preciso momento para darme cuenta de que… efectivamente seguía dudando de mi.
¡Frustrante, ridículo…absurdo! …Porque no puede creer un a verdad tan absoluta,
—Vi en tus ojos que de verdad creías que ya no te quería. La idea más absurda, más ridícula, ¡como si hubiera alguna manera de que yo pudiera existir sin necesitarte!
Ella aun seguía sin habla, quieta… absorta de creerme, esto llegó a mi limite… La sacudí de los hombros completamente frustrado y nervioso, tal vez así saldría de su leve estado de shock…o me diría que demonios estaba pensado
—Bella, ¡Dime de una vez qué es lo que estás pensando! —exigí desquiciado
Me quedé congelado al ver las lágrimas correr de sus mejillas automáticamente después de formular mi pregunta. Las punzadas que me provocaron cada lágrimas derramada fueron tremendamente insoportables
—Lo sabía —sollozó—. Sabía que estaba soñando...
¡Mierda, mierda, mierda!... ¿Por qué tenía que ser tan terca?... Por qué mintiéndole me creía de inmediato y dudaba de mi cuando decía solamente la verdad….
—Eres imposible —solté una carcajada frustrada—. ¿De qué manera te puedo explicar esto para que me creas? No estás dormida ni muerta. Estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré. Cada segundo de los que estuve lejos estuve pensando en ti, viendo tu rostro en mi mente. Cuando te dije que no te quería… ésa fue la más negra de las blasfemias.
Sacudió la cabeza fuertemente, rehusándose a oír mis palabras y confiar en mis palabras. ¡Maldición, Maldición!...
—No me crees, ¿verdad? Puedo verlo incluso con esta luz. ¿Por qué te crees la mentira y no puedes aceptar la verdad?
—Nunca ha tenido sentido que me quisieras. Siempre lo he sabido.
Noté un fuerte punzada en el estomago. Ahí estaba de nuevo, el poco amor que Bella se tenía a si misma, poniéndome a mí en la cima mientras ella se consideraba poca persona como para estar conmigo. Era absurdo, ridículo… Bella era mucho más grande de lo que pudiera siquiera , mucho más especial que cualquier humano o vampiro que hubiera pasado por mi vida durante mis largos 100 años de existencia…. Pensaba que ya lo había dejado claro hacia tiempo a tras, que mis afirmaciones y palabras eran suficientes para convencerla… pero ella seguía sin apreciarse tal como era malinterpretando lo hechos, volviéndolo todo erróneo. Menospreciándose a si misma, poniéndose en un punto inferior a mi cuestionándose el merecerme cuando era yo el que debía subir la cima para llegar a merecerla a ella. ¡Y como convencerla si mis palabras son insuficientes!, si una sola negativa destruye todo lo que le he demostrado y jurado…. O, ¿Es que tal vez las palabras no eran suficientes? Debía darle pruebas contundentes del fuego abrazador que provoca en mi pecho cada vez que la siento cerca no era ninguna falsedad, da la pasión que amor que desborda en mi el tan solo verla sonreír, enojarse o sonrojarse no eran ninguna blasfemia idiota como ella lo creía.
No pude pensar en otra cosa, y la sed y el cuidado al que recurría antes para controlar mis deseos no fueron necesarios. Lo sabía, esta vez…la amaba y la amo demasiado, mucho más que antes y de lo que será aun en un futuro. Demasiado como para lastimarla por mi cuenta….
Y realmente, lo necesitaba, Necesitaba sentirla demasiado cerca de mí. Era ese sabor que hacía 6 meses mi interior mataba por volver a experimentar, con el que hiperventilaba cada vez que la imaginaba conmigo… tratando de reconstruir en mi mente el sabor de su boca y la textura suave de sus labios sobre los mío, compensando la dureza y la frialdad….
Haciéndome sentir vivo cuando estaba en realidad muerto
—Te probaré que estás despierta —prometí tratando de contener mi impaciencia.
Atrapé su cabeza con mis manos, acercándola más a mí….no lo soportaría po mucho tiempo, ya lo había aguatado dúrate 6 largos meses….
—Por favor, no lo hagas —susurró suplicante….Utilicé todo mi autocontrol para detenerme…
— ¿Por qué no? —pregunté con duda…. tal vez había actuado demasiado rápido, o era que había malinterpretado sus deseos. Quería demostrarle que la quería… hacerla darse cuenta, Pero ¿Cómo lo haría sin obligarla algo que ella no quisiese hacer? .Estúpida impotencia, me está desquiciándome completamente
—Cuando me despierte... —No otra vez…—. ¡Vale, olvídalo! Rectifico: cuando te vayas otra vez, ya va a ser suficientemente duro sin esto.
Muy bien, esto estaba llegando a los límites de mi capacidad. Y me pregunto porque aun no me encontraba golpeando los muebles o destruyendo la pared de los sentimientos que eso me estaba causando..… Había convertido todo en un verdadero lío, algo que me estaba resultado casi imposible de corregir… Y en este momento me debía concentrar en varias cosas a la vez…. Pero ninguno me había podido resolver la interrogante principal, la que me había estado atormentando desde que regresamos de Volterra y que aun no había conseguido indagar. ¿Ella, aun me quería de vuelta?...
Lo había escuchado de boca de Alice y en sueños y pensamientos de Charlie Swan; Bella había sufrido gracias a mí; y las palabras anteriores confirmaban lo que yo ya sabía, haciéndolo un hecho mucho más creíble para mí y mucho más doloroso…. Y aquí me encontraba, tratando de converncerla de que ella era lo que más necesitaba para sobrevivir e ideando maneras de satisfacer mis ansias y sufrimiento propio intentando Besarla como nunca lo he hecho. Y todo sin antes figurar conseguir su perdón, que en realidad era lo que merecía más la pensar en ese momento….
Estúpido y miserable Egoísta, pensando solo en mí como siempre. Sin tomar en cuenta de que tal vez ella busca alejarse del sufrimiento que yo le causo… Me odié a mi mismo mucho más que en cualquier otra ocasión.
—Ayer, cuando te toqué, estabas tan... vacilante, tan cautelosa. Y todo sigue igual. Necesito saber por qué. ¿Acaso ya es demasiado tarde? ¿Quizá te he hecho demasiado daño? ¿Es porque has cambiado, como yo te pedí que hicieras? Eso sería... bastante justo. No protestaré contra tu decisión. Así que no intentes no herir mis sentimientos, por favor; sólo dime ahora si todavía puedes quererme o no, después de todo lo que te he hecho. ¿Puedes? —murmuré, esperando su negativa. Acéptalo Edward… es lo que tú mismo te buscaste. Confórmate con saber que vive y que estará bien si decide estar lejos de ti…alégrate que esta vez, será por decisión suya y no tuya…
Sencillo se pensar, Esta vez e verdad no sabía cómo lograría estar lejos de ella…
—¿Qué clase de pregunta idiota es ésa?
—Limítate a contestarla, por favor.
Me miró con semblante enigmático por unos segundos, segundo que me parecieron horas…. ¡Contesta…Contesta!
—Lo que siento por ti no cambiará nunca. Claro que te amo y ¡no hay nada que puedas hacer contra eso! — Jubilo, sorpresa, alivio, euforia, incredulidad, Gloria …. No pude como controlar aquel torrente de emociones que amenazó con hacer estragos en mi cabeza y recorrer cada rincón de mi cuerpo envergándolo de una esperanza que no creí jamás volver a tener…
Eso era todo lo que necesitaba, demasiado de lo que alguna vez pude pedir….
Muy Bien… 6 meses aguardando y añorando por todo esto.
—Es todo lo que necesitaba escuchar— No esperaría ni un minuto más.
El la textura de sus labio, el sabor de su boca tan cercana a la calidez de su sangre. La que pensé recordar y estaba seguro nunca olvidaría, era completamente diferente….Mucho mejor que en recuerdos desesperados, exquisita… más de lo que me pude plantear en el pasado. Eso debía ser prueba suficiente…Al menos a mí me convencía absolutamente de todo, de que ahora era libre de no lastimarla y de sentirla plenamente conmigo, de que esta frágil y torpe humana era la que había logrado iluminar mis noches oscuras con su potente luz y que sin ella, la oscuridad en mí me convertiría en un monstruo miserable y perdido…. Bella era mi Luna, mi resplandor personal capaz de iluminar la penumbra de mi existencia. Haría que lo entendiera, aunque eso me llevara toda mi eternidad…. Y por supuesto, jamás me volvería a alejar…Nunca la dejaría, No tenía ni fuerza ni voluntad para hacerlo....
Fue una promesa que me juré a mí mismo y a Bella mientras nuestro labios hacían su trabajo, ahora de que estaba seguro….
Bella me amaba y yo ella… No Había más verdad absoluta que aquella