Doomed Love (Cap. 27)

Solo les recuerdo.. Que mañana es dia de facultad.. Asi que... me van a tener que extrañar.. sorry..

Cap 27

No sabria decir por cuanto tiempo me quede llorando abrazada al volante.
Me sentía entorpecida cuando entré a casa. Me arreglé para dormir como una sonámbula y sólo cuando desperté al día siguiente, me di cuenta de que aun tenia en mis manos la gorra de Rob.
Los recuerdos de la noche anterior volvieron como un torrente.
Así, a la luz del día las cosas parecían más difíciles todavía.
Yo había terminado con Michael. Y como si no bastase sentirme mal con eso, todavía tenía que soportar el hecho de estar apasionada por otro hombre.
Aquel día no conseguía pensar en otra cosa. Era como una idea fija en mi mente.
Ahora que lo había admitido para mí misma, percibía como hace tiempo me sentía así, sin darme cuenta. Estaba terriblemente perdida.
Mi celular sono todo el día y cada vez que sonaba yo creía que era Rob y mi corazón dejaba de latir. Pero no era él y sí Michael.
Habia decidido no hablar con él. Claro que alguna vez tendríamos que tener una conversación civilizada, pero no ahora, cuando yo me sentía más perdida que nunca.
Pero de una cosa estaba segura: Hice lo correcto terminando con el. Debía saber que, desde Oregón nuestra relación llegaría a su fin.
Si a mi me gustase Michael de verdad tendría porque haberme metido con Pattz, esta era la verdad.
Pero cuando llegué a casa aquella noche, Michael estaba ahi esperandome.
Lo insulté en mis pensamientos cuando salí del coche
-Que haces aqui Michael?
-Yo... Creo que necesitamos conversar...
-Ya te dije todo lo que tenia que decirte ayer – corté
-En serio vas a hacer esto?
suspiré pesadamente
-Michael, sé que te debo mil explicaciones, pero no estoy con la cabeza para esto ahora
-Tienes a otro hombre?
Ops. Esta no me la esperaba.
Yo mordí los labios, nerviosa.
-Claro que no
Debo ser una buena actriz, pues pareció creer en mi.
Michael ya estaba molesto por el rompimiento, no servia de nada que empeorara las cosas contándole lo de Rob.
-Entonces porque estamos terminando?
-Porque todo cambió entre nosotros. Tu mismo lo has dicho.
-Puede volver a ser como antes
-Lo dudo mucho
-Por favor Kristen...
-Michael, no hagas esto, ok? Quiero seguir siendo tu amiga, me gustas demasiado y no quiero quedar con rabia, pero es lo que sucedera si continuas insistiendo.
-Esta bien...
Respiré aliviada
-Vas a los Mtv el domingo?
-Sí, si voy.
-Creo que ya no estoy invitado, no? - él dijo sonriendo sin gracia
-Mira, Michael... Creo que esta vez es mejor que no.
-Ok. Nos vemos – él se aproximó y besó mi rostro y entonces me encaró
-Que gorra es esa?
Sólo entonces reparé que estuve usando la gorra de Rob todo el día.
-Ah... es mía. - respondí rápido – adiós, Michael.
Él se alejó y yo entré en casa, sacandome la gorra.
Me quede mirándola en mis manos. Pensando en lo que haría de ahora en adelante, ahora que estaba sola.
Sin pensar, obedecí mis verdaderas ganas por primera vez y llamé al hotel en el que Rob estaba. Pero me informaron que él había salido. Desconecté frustrada.
Era mejor esperar hasta el domingo.
Y entonces.... entonces ¿qué?
Sentía un frío en la boca del estómago.
Infinitas posibilidades. Era eso lo que me hacía sudar frío ahora.
No tenía más porque huir y esconderme.
Mi corazón golpeaba descontrolado en el pecho, cuando por último admití la posibilidad de decir a Pattz exactamente lo que estaba sintiendo. Y dejarlo fluir...
El domingo sería el día de la verdad.
Estaba nerviosa. De hecho.
Mil cosas se pasaban por mi mente. Una de ellas era ignorar totalmente mis últimas decisiones y dejar todo como estaba. Era más fácil. No sabía si iba a tener coraje de ir de frente.
La confusión fuera del teatro era inmensa y alguien de la producción me dijo que tenía que esperar a que Robert llegara, que seríamos entrevistados.

Sinceramente odiaba entrevistas y hoy más que nunca.
Alguien me dijo que él había llegado y recordé el plan de olvidar todo.
Recordé que él estaba nervioso conmigo de la última vez que habiamos estado juntos. Y sentí miedo. Me puse las gafas oscuras.
Pero él vino en mi dirección, sonriendo, la mano pasando por los cabellos y mi corazón disparó alarmantemente.
Y supe que no quería volver atrás. Quería mis infinitas posibilidades.
Sonreí de vuelta, mientras él ponía las propias gafas oscuras
-Hola – dije jadeante
-Hola
Las personas gritaban atrás nuestr. Peoro seguro no era por nosotros.
Nosotros reímos
-No es por nosotros – dije
-Definitivamente... ya abrieron las puertas del fondo?
-Hasta donde se no eras tan perdedor asi.., al final estuviste con aquella fan esta semana.
Él se quedó rojo, pasando la mano por los cabellos y encogiéndose de hombros como si aquello no tuviese la menor importancia. Y entonces se quedó mirandome, sonriendo de aquella manera que hacía mi estómago voltear. Y era mil veces peor ahora. Me hacía tener ganas de saltarle encima. Literalmente.
Piensa en las personas atrás tuyo, me controlé.
Podía estar tonta por él, pero todavía tendría que pasar por la entrevista y todo el evento.
Más que nunca yo quise que todo desapareciese de mi vista.
Sin embargo, en algún momento aquel calvario terminaría y yo podía decir que quería hablar con él.
Y entonces... Infinitas posibilidades...
-estas bien?
-¿Qué? - indagué distraída con su pregunta
-estas extraña
Me aclare la garganta
-Odio estas cosas.
-Yo también las odio – él sonrió
La productora lo llamó para encontrar a esa tal fan y yo quedé esperando
Después vino la entrevista y hasta que salimos bien.
Yo sabía que gran parte de esto tenía que ver con Rob.
Él hacía sentirme segura.
Respiré aliviada cuando terminó. Pero fui informada de que aun quedaba otra.
-Esto no va a terminar nunca? - indagué, quedando irritada
-He traído wisky si quieres relajarte.
Yo lo encaré horrorizada y él rió
-estoy bromeando
La entrevistadora comenzó con las preguntas de siempre hasta que vino aquella que yo temía secretamente.
Ella preguntó si Rob y yo éramos pareja. Sinceramente esperaba que mi rostro no me denunciase.
No que nosotros fuésemos una pareja en si, obvio.
Le pasé el micrófono sin saber que decir y casi me dio algo cuando él respondió que me pidió matrimonio 4 veces.
Quise matarlo. Aún cuando la periodista rió, tomandolo todo en broma
Si ella supiese...
Ella me miro, esperando una respuesta.
Yo estaba como loca. Sólo tenía una explicación para dar, y era que yo seguía con Michael todavia.
Sinceramente, ni me di cuenta de que había hablado. Solía quedar nerviosa en las entrevistas a veces, pero esta vez había sido mucho peor. Odiaba que hablasen de mi vida privada.
Cuando entramos en el teatro para empezar el evento, me di cuenta que había usado la palabra novio en el presente.
Pero yo no estaba más con el. Como es que iba a explicarselo a Rob?
El programa pasó tan rápido que yo ni lo percibí. No presté la menor atención a lo que había ocurrido.
Una productora nos acompañó para afuera, agradeciendo nuestra presencia.
La noche había caído y me vi sola con él
-¿Dónde esta? - él preguntó
-¿Dónde está qué?
-Tu novio
-Oh...
Y ahora?
Miré alrededor. Estaba lleno de gente allí. No era el lugar para ningún tipo de explicación.
-Vine sola – respondí casualmente y entonces respiré profundo – y tu?
Él se encogió de hombros
-No conozco mucha gente en Los Angeles
-Si... y entonces... quiere salir y tomar un café?
Él frunció la frente.
Porque me sentía que era la cosa más absurda del mundo que yo lo invitase para salir?
Ok, había sido la persona más fría del mundo con él en los últimos tiempos. Pero era comprensible, no lo era?
-Olvidalo... - dije rápido sintiendome medio ridícula.
Quizás ese no era el mejor momento
-No, si vamos. Sólo me sorprendiste – dijo como pensando en voz alta. - necesito hablar contigo.
Oh Dios.
Me mordí los labios. A veces yo quería ser menos tímida.

Él llamó el taxi e intenté relajar. Debía heberle dicho para irnos a un bar. Quizá después de unos sorbos yo consiguiese decir todo lo que tenía para decir. Reí de ese pensamiento
-Que es simpatico?
-Que no intentaste convencerme para irnos a un bar.
Él sonrió

Sólo estaba con ganas de evitar conflictos
-Oh... lo entiendo.
El silencio era raro entre nosotros y cacé en mi mente algún asunto neutro.
-Todavía estas en aquel hotel?
-Sí, pero salgo por estos días
-En serio?
-La producción arreglo un apartamento para mí
El taxi paró y nosotros bajamos.
El lugar era tranquilo, lo que me agradó. Era bueno entrar en un lugar casi silencioso después de la locura en el evento de Mtv.
Nos sentamos en una mesa distante. Él estaba extrañamente quieto. Todavía tenía aquella sonrisa torcida en el rostro. Todavía con los dedos pasando entre los cabellos desgreñados.
Pero estaba diferente. Y sentí un miedo raro por dentro.
¿Qué ocurriría después de lo que yo tenia que decir. Era casi como un presentimiento malo.
Debía estar más nerviosa de lo que suponía.
Nos habían traído café y él me miró de una forma extraña por encima de la taza
-Que sucede? - indagué nerviosamente
-Estoy pensando que tan absurda eres
-Creí que habías parado con esa manía de hablar como Edward
-Pero es en serio. Nunca me pareciste tan absurda como ahora.
-Por qué?
Se encogió de hombros
-Para comenzar por estar aquí.

-Oh... eso. Creo que no puedo culparte... por la manera en la que ando actuando
Él sonrió, jugueteando con su taza y yo percibí que es lo que me estaba molestando en él.
La sonrisa era diferente. Todavía deslumbrante. Pero tenía una extraña resignación allí.
Y tenía otras cosas también. ¿Dónde están aquellas frases que yo abominaba? La insistencia? Los toques casuales? Todo había disminuido.
Él estaba extrañamente distante. y esto me dolió.
Luché contra una fría y molesta ola de miedo que me dominó.
-No tienes la culpa de nada, Kristen
Estas palabras me sorprendieron. El ya me habia acusado de algunas cosas. Y sabia bien que todas sus acusaciones eran verdaderas
No era para eso que yo estaba allí? Para admitir todo?
Respiré profundo y abrí la boca para despejar todo, pero antes de que consiguiese pronunciar una letra, él continuó
- quería pedirte disculpas
-Por qué?
-Por estar molestandote.
-Rob, yo...
-No. Yo sé que estoy siendo un pesado insistente. Me has dejado bien claro las cosas en Oregón. Yo anduve pensando bastante estos días y... Creo que tienes razón. No tenemos nada que ver. Lo que sucedio en Oregón quedó en Oregón. Creo que confundimos un poco las cosas, con todo eso de la película... no debí haberte presionado.
Sinceramente pensé que lo estaba oyendo todo mal.
¿Qué historia era aquella ahora?
Él literalmente había corrido atrás mío todo este tiempo y ahora que yo me daba cuenta que quería lo mismo, él cedía?
Pero que mierda era aquello?
-Rob... - yo intenté articular las palabras. Aquella conversación no estaba siendo de la manera que yo imaginaba.
-Lamento mucho haberte estado afligiendo. Nunca fue mí intensión.
Yo quería decirle que él no me había afligido, pero sería mentira.
Respiré profundo, intentando poner mi mente en un lugar y lo mire
La primera cosa necesitaba saber era exactamente a que quería llegar el con eso.
-Rob... que estas diciendo? - consegui articular las palabras milagrosamente
Entonces él sonrió y mi corazón no se aceleró como siempre. Porque no era una sonrisa como las otras
Era aquella que estaba rompiendo mi corazón
-Ya no te voy a insistir Kristen. Se acabo.
Senti que me moria. En aquel momento con aquellas palabras.
Rob estaba dejándome. No tenía expresión mejor para definir la situación. Y yo supe lo que él había sentido todo aquel tiempo que yo le había rechazado.
Si es que él había sentido alguna cosa de verdad, pensé horrorizada.
Pero no podía haberme engañado tanto.
Yo había pasado por un infierno para llegar hasta allí y no podía aceptar que él sencillamente me engañara
Ahora era el el absurdo y no yo!
-Rob, necesito decirte algo, yo...
Nunca pude terminar de decir aquello, pues la puerta del café se abrió trayendo una rafaga de aire frío hasta mis cabellos.
-Robert?
La persona que había entrado le llamó. Mejor dicho, la mujer que había entrado le llamó.
No pude moverme del shock.
Sólo lo mire, la realidad se interpuso en mi mente, a pesar de que yo quería negarla a cualquier percio. Pero lo sabia.
Él me miraba todavía, mientras los tacones altos se aproximaban
-Disculpa el retraso
Desvié la mirada para encarar la chava desconocida a nuestro lado.
Ella me miro, sólo entonces notando mi presencia
-Oh... perdón... voy a esperar allá afuera
Ella salió tan rápido como entró.
Yo ni sabía que decir.
Rob se levantó, poniendo algunas notas sobre la mesa.
-Debo irme
No me moví. Creo que nunca más iria a poder moverme en la vida, el tamaño de mi estado de shock era inmenso.
Él me miro con aquella sonrisa
-Cuídate Kristen
Y así, sin mayores explicaciones, se fue
Cuando la puerta golpeó, yo por último consegui moverme y mirar para fuera.
La chava estaba parada delante la pared de vidrio, mirando la calle.
Robert se aproximó y ella sonrió, colgandose en su brazo

Él sonrió para ella. Aquella sonrisa que yo creía que era sólo mía, mientras ellos atravesaban la calle y se alejaban.
Yo fui incapaz de desviar la mirada. Aún cuando ellos desaparecieron de mi vista
¿Cuánto tiempo yo quedé parada en el mismo lugar, no lo se.
-Alguna cosa más? - la camarera preguntó y yo la mire
-No – susurré y me levanté
Solamente en la calle percibí que estaba temblando toda.
Entonces aquello era la devastación total.
Sentía como si el suelo hubiese sido sacado de mis pies.
Como si mi cuerpo se estuviese desintegrando.
Era el dolor más horrible que yo ya había sentido en la vida.
Él había desistido de mí. Simple así.
Ahora era demasiado tarde.
Anduve a la deriva durante toda la noche, sin rumbo.
Y cuando reaccione, estaba exactamente delante al hotel e donde lo habia dejado la otra noche.
Si yo hubiese subido con él aquel día, todo sería diferente ahora?
Él todavía me dejaría por la chava del café?
Será que ellos estarían allá ahora?
La rabia vino sin avisar. apreté la bolsa contra el pecho. La gorra todavía estaba allí. Yo la había traído para devolversela. Y había quedado olvidada. debía hacer una hoguera y quemarla.
Me asusté con el tamaño de mi odio. Nunca había sentido aquello antes
Era el efecto de Pattz sobre mí.
¿Qué fácil fuera para él entrar y salir de mi vida.
Y yo se lo había permitido. Él había entrado y había causado aquel estrago.
Y ahora se iba como si nada hubiese ocurrido. Con la primera fulana que había aparecido.
Quizás él hiciese una canción para ella también. O usaría la misma.
Sentía las lágrimas quemando mis ojos y el agujero dentro de mí aumentando.
Él tenía que ser rellenado con algo y de momento la única cosa que yo tenía era rabia.
Sin pensar, atravesé la calle y entré al hotel.