Doomed Love (Cap. 14 y 15)

Cap 14 NADA SERA COMO ANTES

Me desperté al escuchar golpes en mi puerta, abrí los ojos, asustada.
El sol débil de Portland entraba por mi ventana.
Me saqué los cabellos del rostro y miré el reloj en la cabecera de mi cama
-Mierda! - había perdido toda la mañana de grabaciones – Mierda! Mierda! Mierda!
Me levanté corriendo hacia la puerta notando que todavía estaba con la misma ropa de ayer.
En medio del camino me tropecé con el libro e insulté al patearlo todavía más lejos.
Abrí la puerta rápido y me envare al ver justamente la razón de mi retraso mirándome.
-Rob! - exclamé apoplética
-Hola – me dijo.
Él parecía medio... receloso?
Claro que él todavía sonreía, pero era una sonrisa contenida, como si temiese mi reacción
y debía temerla.
Pero... lo raro, era que yo no estaba enojada
ok, yo no lo había perdonado y mucho menos aceptado lo que había sucedido.
Tampoco creía que un día iba a aceptar esos disparates.
Pero poder mirarlo de nuevo, con aquella sonrisa, esos cabellos... era demasiado bueno.
Quizás yo estuviese sufriendo de alguna enfermedad mental.
Pero así me sentía.
-Por favor dime que no viniste a cantarme de nuevo– hablé sintiendo como mi cabeza me empezar a doler
Él se rió
-Creí que no quería oírlo más
-Y es cierto.
-Me preocupe cuendo no apareciste en la filmacion... te llamaron, pero no atendías el teléfono
Yo gemí, girandome y entrando a casa. Él me siguió cerrando la puerta
Yo me sentía tan mal físicamente y tan culpable por no haber ido a trabajar que ni me importo el hecho de que él no debería estar conmigo, y mucho menos en mi casa.
Pero porque trataba de huir? Yo tendría que aguantarlo durante mucho mas tiempo mientras durasen las grabaciones; no tenía otra opción
Y yo era una profesional, mierda!
No podía dejar que ese tipo de problemas me afectase. De ninguna manera.
-No te ves muy bien –comentó atrás mio
Yo me giré, mirando a algún punto por delante de el, porque no me sentía con la intención de encararlo, dentro de mi casa. Lo que era totalmente ridículo.
-estoy con dolor de cabeza
-quieres que llame Catherine y le diga que estas enferma?
-No! no voy a faltar. Sólo necesito de un baño y estaré lista
-Segura?
-Absolutamente - respondí con una incertidumbre
Él continuó parado en el mismo lugar
-si fuiste enviado para saber si estoy viva, ya cumpliste con tu trabajo. Te puedes ir – hablé medio seca
-Nadie me mandó aquí
-Perfecto. Un motivo más para irte – yo sentía la rabia de ayer queriendo adueñarse de mí
Pero luché contra ella.
Comportate como una adulta. Me dije a mí misma.
Cerré los ojos y respiré profundo, intentando recordar un ejercicio de relajación.
Funcionó. Por ahora
Cuando abrí los ojos estaba con la rabia dominada.
-Aun no me ire Kristen
-Vamos a recapitular. Ayer peleamos, ya no somos amigos. Por tu culpa
Él rió
-Ahora me echaras la culpa?
-¿Y de quien te crees que fue? Fue tuya...
-No me digas de nuevo que lo estropee todo..– él parecía divertido
¿Qué estúpido
No! Estúpida era yo al entrar en el juego de él. quería provocarme.
Pero yo no lo iba a dejar.
sonreí irónica
-Vamos a olvidar este asunto, ok? Creo que ya dejaste bien clara tu parte, y yo la mia.. Entonces lo olvidaremos.
Yo quería desesperadamente que él aceptase. Una vez más. Olvidar.
Por bajo de mi actitud irónica yo temblaba..
Por un momento, creí que él fuese a insistir.
Please, Rob, no hagas esto. No quiero perderte. Pero si insistes con esto no nos quedara de otra. Y yo creo que moriría ahora si tu desaparecieras.
-Ok, Kristen, vamos a olvidarnos de ayer
Yo volví a respirar y hasta sonreí
-gracias... esto es... importante para mí.
-Solo por eso estoy de acuerdo. Puede que no lo creas, pero no quiero verte sufrir
Ok, ahora basta. Hora de retirarme, antes que me haga mierda.
-Yo voy... a bañarme
Yo casi corrí para el baño y tranqué la puerta, apoyandome en ella.
Cerré la puerta y me saqué la ropa, entrando en la ducha.
Dejé que el agua caliente escurriese sobre mí, intentando relajarme. Pero en vez de esto yo quedé todavía más tensa.
Sencillamente no conseguía olvidarme de un detalle: Rob estaba del otro lado de la puerta.
Oh dios, oh dios, oh dios! Yo cerré los ojos con fuerza
Intentando olvidarlo. Pero era imposible. La caja de pandora había sido abierta, liberando todos mis monstruos internos.

Todos los secretos que yo guardaba hasta de mí misma.
Era como si yo fuese otra persona esta mañana. Todo era nuevo y más vivido. Yo cerré la ducha dispuesta a parar con aquella locura que era peligrosa para mí.
Me seque rápidamente y me enrollé con la toalla.
Y cuando abrí la puerta, alli estaba él
Me detuve, con la mano todavía en el pomo. Nuestras miradas se encontraron y se prendieron.
Yo estaba dolorosamente consciente de que estaba...desnuda por bajo de la toalla. Él me observo de arriba a bajo con un brillo peligroso en los ojos. Reparé que él usaba la pinta de Edward, aquella camiseta de manga larga azul marino, que marcaba su pecho
Yo arfe. La letra de la música había bailado en mi mente
Yo sabía que debía huir. Pero mis pies estaban pegados en el suelo.
Mi pulso se aceleró vergonzosamente, mientras yo sentía los ojos de él como fuego clavados en mí. El agua caya de mi cabello, deslizandose por mis hombros, él acompañó el movimiento de una gota deslizandose por mi cuello hasta desaparecer por entre mis senos. Yo nunca me había sentido tan esciente de mi propio cuerpo como en aquel momento. Yo pulsaba entera. Viva. Caliente. Trémula.
Sólo con una mirada.
No había razón que podía salvarme en aquel momento. Él dio un paso al frente, asegurando mi nuca con su mano, caliente y levemente áspera, y yo quedé de puntillas, para que su boca llegase más rápido a la mía y gemí, perdiendome, cuando él se inclinó hacia mí, el hálito calentando mi piel, hasta que su boca tomase la mía en un beso urgente, que barrió para lejos todo y cualquier alto control.
Yo gemí, las manos subiendo para agarrar sus brazos, mientras era empujada con fuerza para dentro del baño sin sentir, tan grande era la furia del beso. Todo lo que yo venía escondiendo de mí misma vino a la cabeza en aquel instante, con su boca sobre la mía, la lengua contornando mis labios trémulos, invadiendo, explorando y enroscandose en la mía.
Yo clavé mis uñas en la camisa azul con tanto ímpetu que podría haberla roto. Sentí el mármol frío del lavamanos contra mis caderas, pero no fue competición para su cuerpo caliente que se pegó al mío. Mi cabeza giraba sin control. Mis brazos subieron para que mis dedos se adentrasen en sus cabellos de color arena, trayendolo más cerca, si es que esto era posible.
Ahora las manos de él bajaban por mi espalda, rodeando mis caderas, mi cintura, dejando un rastro de fuego por donde pasaban. Yo estaba completamente perdida.
Sus labios, dejaron los míos para deslizarse por mi rostro fogueado y todavía húmedo, siguiendo una trilla por mi garganta, hasta mis hombros desnudos, enjugando las gotas de agua con la lengua. Yo gemí alto, derritiendome completamente contra él. Su boca volvió a devorar la mía, en un beso todavía más profundo, mientras yo sentí, entre temerosa y ansiosa, una mano deslizarse por debajo de la toalla, alcanzando la piel desnuda de mi muslo. Y creo que perdí la respiración en expectativa.
Y el timbre sonó
Él me soltó y yo abrí los ojos y al mismo tiempo me di cuenta de lo que estaba haciendo
Estaba haciendo justamente aquello que yo dije en alto y en buen sonido no querer.
Oh Dios!
el timbre sonó de nuevo, insistentemente.
Y ahora? Y ahora?
Yo lo miré. Él pasó las manos por los cabellos, en un gesto frustrado
-Creo que es alguien de la producción.
Yo sacudí la cabeza afirmativamente, pasando a su lado y atendiendo la puerta;
Era una productora, preocupada por mi desaparición
Yo consegui darle una respuesta y ella se fue
Si ella reparó en que yo estaba roja hecha un pimentón y sólo enrollada en una toalla, no lo comentó.
Yo cerré la puerta y quedé parada en el lugar.
Como yo iba a encarar Rob ahora?
Claro que yo no había cambiado de idea. Las cosas todavía eran las mismas
Fue sólo un momento de descuido. Nada más
Nada más
Cuando levanté la mirada, él estaba en frente mio, con los cabellos más desordenados de lo normal me recordó que yo lo había estado haciendo y quedé todavía más roja.
Nerviosa, yo me pregunté lo que él estaría pensando.
Será que creía que debíamos continuar de donde habíamos parado?
Si pensaba eso se iba a llevar un no.
Yo sólo esperaba tener fuerza para hacer esto;
-Yo necesito... – me aclare la garganta. Sé profesional – volver al trabajo
Él sacudió la cabeza afirmativamente
-Los dos lo necesitamos.
-Si no te importa... me podrías esperar afuera? - yo debía de estar morada de la vergüenza ahora.
-No, no importa.
Él salió sin decir nada y yo respiré aliviada. Pero sabía que mi alivio era temporal
Yo estaba con problemas, Muy serios. Y no sabía como salir de ellos.

Cap 15 INTENTA CONCENTRARSE...

Yo me arreglé en tiempo récord. Me puse una ropa bien normal, sin preocuparme por combinaciones. No necesitaba quedar guapa para nadie. Nadie.
Me pregunté si él todavía me estaría esperando. Ojalá que no.
Pero él estaba. Parado en la puerta de mi casa, reclinado por el auto.
Respiré fundamente y me puse una máscara de imparcialidad, ignorando mis manos sudadas.
-Nos vamos? - hablé poniéndome unas gafas oscuras
Yo entré en el coche torciendo las manos. Un clima pesado se había instalado entre nosotros. Aquello definitivamente no iba a salir bien.
Porque estábamos yendo a trabajar. Pero no era un trabajo común. Era un trabajo en el cual yo tendría que pasar el día fingiendo que estaba apasionada por él.

Yo respiré fundo
-Rob, yo... perdoname por.. lo que ocurrió... - yo no podría estar más mortificada
Él rió, sin me mirar
-Me estas pidiendo perdón?
-Por favor, no me lo hagas peor, ok? Sabes que no debería haber pasado
-Peor para quien, Kristen? Estas haciendo una tormenta en un vaso de agua
-Ok – yo gire el rostro para la ventana.
No iba a tocar más el asunto, si él iba a seguir riendo y diciendo que yo hacia una tormenta en un vaso de agua. Lo que sea.
Pareció una eternidad el camino hasta el estudio.
Cuando llegamos yo salte del coche sin mirar atras.
Qué lastima que no podía mandarlo al infierno.

Entre maquillaje y cabello yo cogí mi script del día e hice una mueca al ver cuál era la escena que íbamos a grabar.
Yo debía haberme quedado en casa y dicho que estaba enferma
Porque la escena que íbamos a grabar hoy era la escena del beso
Oh Dios. Yo no merecía esto.
Sublevada, yo me fui a mi tráiler y tranque la puerta.
Concentración. Era eso lo que necesitaba. Yo era una profesional. Y ya.
Cuando salí del tráiler estaba totalmente en el personaje
Ok, cuando lo vi en el set oyendo las instrucciones de Catherine, vacilé. Pero volví a mi concentración. O algo así.
Nos posicionamos en los sitios indicados, recibiendo los últimos retoques de maquillaje y él sólo me sonrió de lado.
No, por favor. No hagas eso, mi subconsciente gritó despavorido.
Concentración
Nunca una palabra me pareció más sin significado que en aquel momento.
Yo era un fraude.
Alguien gritó acción y nosotros empezamos.
Y cuando él dijo “solo quiero intentar una cosa”
Yo sentí mi corazón disparar y no el de Bella
Y cuando él se inclinó hacia mí, sus labios tocando el mío, fui yo la que gemí y no Bella
No que hubiese un marcaje de este estilo en el itinerario original.
-Corte!
Sus labios se separaron algunos centímetros y estaba sonriendo, pero no me soltó por unos segundos raros. Yo me forcé a ir para atras, rompiendo el contado.
Él sólo continuó con aquella sonrisa de perfil, irritante.
No iba a ser fácil.
Volvamos a repetir la escena.
Ahora yo estaba segura que iría a concentrarme.
Pero sólo con mirarme, ya me hizo olvidar las líneas.
allá fuimos de nuevo. Después de algunos intentos frustrados, por último conseguí hablar correctamente. Rob parecía que iba a estallar en carcajadas en cualquier momento. Que rabia.
Él pagaría por esto.
Cuando me besó de nuevo, yo sentí mi pulso acelerar y menos mal que Bella atacaba Edward en esta cena, si no no habría razón para que yo lo besara de aquella manera, yo me percaté de que debía estar yendo con mucha sed al vaso, cuando sus manos apretaron mi brazo con más fuerza y percibí que él también estaba fuera del control como yo. Y entonces él se cayó de la cama.
El set entero rió.
Yo me pasé las manos por los cabellos, intentando reír también, como si fuese la cosa más chistosa del mundo, pero por dentro estaba hirviendo.
Catherine mandó parar la producción y yo corrí para mi tráiler sin mirar hacia atras.
Golpeé la puerta furiosa y en el minuto siguiente ella se abrió de nuevo yo gire asustada y creo que ni me sorprendí al ver a Rob allí.
Él dio un paso en frente, los ojos presos en los míos y golpeó la puerta al cerrarla, antes de aproximarse sin aviso, sus manos aferrándose a mi cintura y su boca descendiendo sobre la mía en un beso que me saco el aliento.
No pensé. Había desistido de pensar.
No iba a luchar mas.

Dejé que mi mente se desconectase del cuerpo y lo besé de vuelta. Mis labios se abrieron bajo los de él, mis manos aprisionaron sus cabellos arregladitos de Edward, mientras sentía sus dedos calientes bajo mi blusa, detonando con cualquier auto control que todavía pudiese restarme. Pero yo sabía que este había evaporado como polvo.
Era por esto que yo estaba encendida.
Yo sabía que debía haber corrido. Pero quien podría correr, cuando una de sus manos subían peligrosamente por mí piel, los dedos hábiles presionando mi pecho por encima del sujetador?
Mi cerebro se había vuelto gelatina y mi cuerpo temblaba como hoja al viento. Si él me soltase ahora quizás yo cayese derretida en el suelo.
Como proveniente de muy lejos, oí una golpeada en la puerta.
No. No podía ser.
Pero asi era. El golpe sonó más fuerte ahora
-Kristen, Catherine te llama para volver.
Él paró de besarme, pero no me soltó. Sonrió contra mis labios húmedos. Yo respiré una gran cantidad de aire, intentando controlar las golpeadas desenfrenadas de mi corazón. Pero era muy difícil cuando la mano de Rob todavía continuaba bajo de mi blusa
-Kristen? - la voz llamó de nuevo
Yo me alejé de él, empujandolo y me aclare la garganta
-Ya voy – grité mirandolo con mala cara.
Pero en verdad yo no estaba enojada con él. Estaba molesta con quien nos había interrumpido!
Oh Dios Mío. Yo debería haber enloquecido.
Estaba encerrada en mi tráiler dándome besos y otras cosas mas con Robert Pattinson!
¿Cuántas caídas era capaz de darse una persona sin salir toda golpeada?
Yo ya me estaba pasando de la raya.
Sin pensarlo, abrí la puerta y salí para la tarde fría.
Mierda! Mierda! Mierda!
Yo podía culpar a la escena del beso. Sí, era eso. Yo estaba afectada por todo el clima entre Bella y Edward. Era eso lo que me estaba dejando perturbada.
Volví al set y unos minutos después volvió él.
La peluquera miró horrorizada hacia Rob
-Quien desordenó tu cabello?
Yo mordí los labios quedando roja. Sí, el peinado de Edward había sido detonado con furia.
Y yo lo había echo. Oh Dios.
Rob soltó una risita.
-Buena pregunta – él miró de soslayo para mí, mientras decía esto y yo me tape la cara
No tenía gracia alguna.
Cuando volvimos al set, su cabello ya debidamente peinado, Catherine nos sorprendió diciendo que íbamos a grabar otra escena y dejar la escena del beso para después.
Yo luché contra una pisca de decepción.
Debía sentirme aliviada y no decepcionada!
Quizás cuando acabasen las grabaciones yo fuese directo a un manicomio.
Nosotros grabamos algunas otras escenas, antes que Catherine diese el día por terminado.
Corrí para el tráiler, trancando la puerta atrás mío para no tener sorpresas desagradables.
Pero la presencia de él todavía continuaba allí, como un fantasma. Yo casi podía sentir la camisa de fuerza...
Cuando me estaba yendo, Nikki se aproximó
-Hola. Que pasó contigo ayer? Saliste corriendo.
-Si.., me sentía mal – dije con una sonrisa sin gracia
-Me hubieses pedido que te acompañe.
-No tenía porque. Sólo necesitaba dormir.
Ella pareció aceptar la explicación y no dijo nada más.
Caminamos por el aparcamiento hasta su coche y yo sentí como si tuviese siendo observada. Miré para atras y alli estaba él. Mirandome fijamente. Yo gire rápido, el corazón disparandome en el pecho. Aquello tenía que parar. Inmediatamente.

En la noche, yo tenia que estudiar con mi profesor particular. Nikki me llamó y me dijo que iban a salir. Un bar nuevo en la ciudad. Yo rechace la invitación, claro.
Pero mientras estudiaba la historia americana, mi mente vagaba lejos. Que será lo que el estaba haciendo ahora?
Con quien estaría? Yo era una estúpida. Probablemente él ni pensaría en mí.
-Kristen, concéntrate – mi profesor habló exasperado y yo sonreí sin gracia.
-Perdón.
Yo continué leyendo y su mirada fue atraída por algo en mi sofá.
Él se levantó y cogió el libro que Robert me había regalado
-Virgílio? No sabía que leias los clásicos – habló admirado
-Lo gane.
-Buena lectura. Si quieres, podemos estudiarla en tu clase de literatura
Yo sonreí sin gracia, volviendo a la historia americana.
Era sólo lo que faltaba.
Después de dos horas, él desistió de hacer que yo entendiera la guerra civil y decidió marcharse.
Yo abrí la puerta para dejarlo marchar y mientras se alejaba noté a alguien aproximándose.
Aquel gorro...
Entre y atranque la puerta, gritó mi razón, al percibir quien era.
Pero en vez de esto yo permanecí exactamente en el mismo lugar.
Creo que acababa de descubrír que yo era una masoquista.
-Hola – él sonrió
-Que haces aquí?
Él se encogió de hombros
-Vine a verte
-Rob por favor, estas bromeando no es asi?
-porque siempre crees que estoy bromeando?
-Porque te agradecería si te alejaras de mi
-Yo no quiero alejarme de ti
-Pero yo si!
-No te creo – él dio un paso en mi dirección, y yo di un paso atrás
-Ni se te ocurra ponerme una mano encima
Yo sabía que si me tocaba todo estaría perdido
-Ok – él levanto las manos en rendición – nada de manos
Se estaba riendo. Riendo!
-Estas borracho?
-un poco
Puse los ojos en blanco.
-Entonces porque no te quedaste en donde estabas, enterrándote en alcohol todavía mas?
-porque no quería estar allá. Porque tu no estabas
Oh, cielos, porque él tenía que decirme estas cosas?
-Acostumbrate a eso. Ahora, con tu permiso.. –cerré la puerta en su cara.
Me quedé esperando a que golpeara. Pidiendo que le abra. Y yo conjeture si le abriría o no.
Pero no sucedió nada. Yo oí sus pasos alejandose y por un momento me arrepentí.
Mucho.
-Masoquista – susurré mientras iba para el cuarto.
sintiendome tremendamente sola.