Doomed Love (Cap. 48)

Cap 48

Londres

Hacia un frio insoportable y yo me arrepentía por elegir usar un vestido tan corto para estas premieres.
Ahora me estaba congelando.
Pero yo ya estaba congelada por dentro, que diferencia había?
El ruido era ensordecedor y los flashes no paraban.
Pensé que tal vez me daría un calambre de permanecer tanto tiempo con la sonrisa falsa en el rostro
Por fuera me reia, pero por dentro estaba gritando.
Sus brazos estaban alrededor de mi cintura y sus sonrisas me las dedicaba a mi.
Yo ya podía adivinar todos los rumores que saldrían sobre nosotros.
Pero nada de eso era cierto.
Ellos nunca estuvieron mas errados.

15 días antes

Yo podría esperar encontrar a cualquiera en el aeropuerto de Los Ángeles cuando esperaba mi vuelo a Nueva York, donde estaría en algunos programas de televisión, pero no esperaba que Michael apareciera.
¿Qué estás haciendo aquí?
Él se encogió de hombros
-Me voy a Nueva York
-Tu también? – le pregunte sospechando. Esta vez yo no lo había llamado. Lo juro
Mi familia vive ahí, ¿lo olvidaste?
-Sabias que yo estab yendo para alla?
-No
Lo mire con incredulidad y el rio
-Kris es en serio. No lo sabia
Le creí.
No tenia por que mentir. O eso creo.
En realidad yo estaba más preocupada por mí y por Rob.
Faltaban pocos días. Todo bien mientras el me venia tratando fríamente como hasta ahora, pero después de lo que ocurrió en el estreno ...
No podía dejar de pensar en eso
Sera que tendría alguna chance de suceder en Nueva York?

Pero no pasó nada.
Me despedi de Michael en el aeropuerto y fui a mi hotel. Estaba llena de compromisos y Rob llego la madrugada antes del programa en el que estariamos juntos. Yo sólo lo vi esa mañana, en el auto.
Mi corazón se disparó cuando lo vi entrar al coche, encogido por el frío y con el viento desordenando sus cabellos.
Le sonreí y el me sonrio de nuevo.
Me mordi los labios, queriendo decirle un monton de cosas, pero el conductor parecía muy interesado en contar que sus sobrinas eran muy fanaticas de Twilight.
A la vuelta, fuimos en autos separados. Finalmente tuvimos distintos compromisos y ya no lo pude ver mas.
Michael me llamó e insistió en que cenara en la casa de sus padres y yo acepté.
Regresé a Nueva York con Michael y el preguntó por Rob y yo no sabía qué decirle
Estaba bastante decepcionada en verdad.
Pero faltaban apenas 2 dias para el viernes.

13 días antes

La película fue un éxito. Summit me llamó al comienzo de la noche para felicitarnos y contarnos que Luna Nueva había sido confirmada.
Y yo esperando una llamada de Rob.
Nikki llamo, histérica e invitándome a salir. Pero le di una excusa.
Él iria o no a llamarme? Maldita sea!
Me fui a dormir. O a pretender dormir.
Y, a continuación, mi teléfono sonó.
Sabía que era él. Quien mas seria a quella hora?
Con el corazón detenido, atendí
-Hola Kris!
Su voz atravesó la línea telefonica y toco todas mis terminaciones nerviosas
-Hola - dije sin aliento
-Podemos vernos?
Que si podemos vernos? ¿Cómo así?
-Por supuesto - respondi
-Estoy aquí en tu puerta
Yo casi salte de la cama y abri la ventana
Tenía razón. Recostado por su viejo auto
Yo casi salte desde ahí mismo.
-Ya bajo.
Me vesti en un tiempo récord y rece por que ya todo el mundo estuviese durmiendo. No estaba como para responder a preguntas tontas.
Corrí y me detuve en frente suyo. Terriblemente ansiosa.
El anillo estaba en mi bolsillo.
Yo no sabia si reir, o tirarme encima suyo. O si le preguntaba porque diablos estaba tan serio.
Yo empecé a sentir miedo. Había algo malo.
-Estás bien? - pregunte con sospechas
Paso las manos por su pelo. Estaban mas cortos. Un corte horrible en verdad.
Ya estaba asi en la premiere, pero ese día yo estaba tan fuera de mí que no me había fijado.
-Kris. Vine a decirte que ya no estaremos juntos.
Senti el suelo escapar de mis pies.
-Qué?
Definitivamente había oído mal. Tal vez yo estaba durmiendo y todo esto era parte de una pesadilla.
Pero el estaba serio
-Se acabo
-¿Estas terminando conmigo? - pregunte como si el estuviese a punto de reir en cualquier momento y de decirme que estábamos en el programa de Ashton Kutcher.
Paso su mano por sus cabellos de nuevo
-Esto... Yo... Lo siento mucho Kris. Tenias razón. Siempre la haz tenido. Nunca podría haber funcionado.
Yo me quede allí. Sin poder hablar. Sin poder respirar.
Nada de lo que me decía tenia sentido.
En algún lugar de mi cerebro las palabras no dejaban de repetirse
Como un eco maldito
Como es que el estaba terminando conmigo?
-Rob, espero que haya una buena explicación para todo esto. Porque, sinceramente, no lo entiendo ... Hace unas semanas me pedias que me quede contigo para siempre y quedamos de acuerdo en que hoy... - No consegui terminar la frase.
Mi cabeza parecía explotar, tratando de encontrar un sentido a todo aquello.
-Sé lo que dije. Pero he cambiado de opinión.
Yo me reí.
-Qué? Me estas tomando el pelo? Has consumido drogas? Estas borracho? ¡Cállate!
El estaba con las manos en los bolsillos ahora, mirándome como si estuviese loca.
-Kris, me tengo que ir ...
-No, no te iras. Me diras exactamente que es lo que esta sucediendo aqui.
-No queires escucharlo
-Quiero entenderlo – Odiaba mi voz entrecortada. Quería matarlo. Quería morir.
-Yo no soy bueno para ti Kristen. Todo aquello que habías dicho ... es verdad.
Yo lo mire, esperando.. algo que me dijese que no era cierto que el me estaba dejando.
-Entonces es asi?
-Lo siento
-No sientes nada. Debia haber sabido que harias esto. ¡Vete al infierno!
Me gire, pero antes de irme, volví, saque el anillo de mi bolsillo y se lo tire.
-Puedes quedarte con esto.
Me di la vuelta y entre.
Como consegui llegar hasta mi cama, y apagar la luz, no lo se.
Yo simplemente había apagado mi cerebro.

Londres

Yo me obligue a dejar de pensar. Era como si el nunca hubiera existido.
Era fácil, mientras no debía mirarlo a la cara.
Pero ahora, sabiendo que tendría que pasar días en ese circo, era muy diferente.
Por supuesto que lo hice de nuevo. Llamé a Michael.
Sé que lo había prometido, pero a quien importaba?
A mi no, ciertamente. No me importa nada.
Bueno, casi nada.
Hay cosas que todavía me podian lastimar. Y mucho.
Me dije a mi misma que no valia la pena mi sufrimiento. Ya había pasado mucho tiempo en aquel bai ben . Era suficiente.
Peor fueron los rumores. Tras el estreno de la película la historia había empeorado.
Si supieran... No, mejor que no lo hagan.
Finalmente pasamos a la alfombra roja y entramos al cine.
Michael apareció y yo no sonreí al verlo. De hecho, su presencia no estaba ayudando nada.
-Me voy al baño – dije y Sali casi corriendo
Entre al elegante baño, abrí mi bolso y saque un cigarrillo
Sí, había vuelto a fumar.
Comence a fumar y miré mi reflejo en el espejo
-Eres un fraude, Kristen – me dije a mi misma
Me asuste tanto cuando una de las puertas del baño se abri y de ahí salió una rubia
Ella me sonrio sin gracia mientras se lavaba las manos
-Hola, Kristen
Intente recordar si la conocia.
Ella rio
-Soy la hermana de Robert, Victoria.
-Oh ... - dije sin saber que decir.
-No sabia que fumabas. He estado tratando de hacerlo dejar a mi hermano, pero es imposible.
"¿A quién le importa? Quizás el muriese de cáncer y asi libraba a la humanidad de un canalla mas"- quería decirle.
-Creo que no estas con animos de conversar... perdón - dijo saliendo del baño, pero luego volvió.
-Yo sé sobre lo tuyo con mi hermano.
La mire sin saber que decirle.
-Pero no te preocupes. Se guardar un secreto.
-Ya no es ningún secreto. Se acabo.
-Tambien estoy al tanto sobre eso. Pero no te engañes. Conozco a mi hermano. Esta historia no ha terminado. Adios Kristen
Ella salió del baño y me mordi los labios, nervioso.
¿Por qué las cosas tenían que ser así?
Porque aun tenia que seguir sufriendo?
Estaba tan cansada de fingir.
Queria solo.. que todo acabase. Queria dejar de sentir.
Sali al baño y ahí ya estaban Rob y Catherine esperando a entrar y hablar antes de la película. Luego podríamos irnos.
Rob me miro de reojo y lo ignore.
-Muchachos, sólo un minuto mas - dijo Catherine – será que pueden cambiar esa cara? Ahí fuera estaban fingiendo bien.
Me encogi de hombros y sonreí forzadamente
-Por supuesto.
-Perfecto.
Salimos, hablamos y como siempre Rob comenzó a bromear.
Yo rei, como era de esperar, pero por dentro, quería matarlo.
Al salir, espere a que Catherine se fuera y lo encare
-Me encantaría si pretendieses que no existo.
Sonrió
-¿Cómo podría pretender hacer como si no existieses, Kris?
-Ya haz fingido tanto, no será difícil.
Se puso serio
-Yo sólo fingi una vez
-Oh, cállate!
Por un momento parecía que estaba a punto de decir algo, pero guardó silencio al final.
Y yo, tonta, quería escuchar lo que él diría.
Acaso yo nunca aprendería? ¿Nunca?
Suspire profundamente
-Mira, sé que tenemos que tratar de entendernos. Después de todo, tenemos esta película por delante juntos y sé que puedo ser lo suficientemente madura para ello. Pero todavía estoy muy enfadada contigo, entonces te agradecería si pudierasevitar hablar conmigo, a menos que sea absolutamente necesario. ¿Entendiste?
-Sí, lo entendi.
Catherine apareció con Michael y yo me aleje con ellos.
Michael y yo entramos al coche y mire la ciudad de Londres a través de la ventana
La ciudad de Rob.
Me dieron ganas de llorar. Me acorde cuando me dijo que me traería aca y los lugares que me quería mostrar...
-Kris? - Michael interrumpió mis recuerdos patéticos
-Qué?
-Me voy
-Cómo?
-Voy a regresar a Los Ángeles
-Muy bien - dije y me volví de nuevo hacia la ventana
No había nada que decir. Hice mal en traerlo de nuevo. Pero por lo menos esta vez el lo había percibido.

Monique paso y llegó París
Yo estaba con los nervios a flor de piel.
Fingir no era una tarea fácil.
Y ahora estaba sola. Michael se había ido después de Munich, y aunque últimamente estaba muy distante de el, por lo menos, era un amigo.
Entré al coche que vino a buscarme intentando parecer emocionada. Al menos era el último día.
Abri la ventana del coche, a pesar del frío y vi París a través de la ventana.
Recordé el último tango en París
Jeanne y Paul.
Y no sé por qué comencé a llorar
Lloré por todo. Por lo idiota que fui en aquella época en pensar que Rob no era nada. Y llore por quien yo era ahora.
Lloré por haber escapado tanto de algo que siempre quise, y ahora ya era tarde. Porque él ya no me quería.
Era asi de simple.
El coche llegó frente al local de la premiere y yo me seque las lagrimas, tratando de arreglarme el maquillaje. El espectáculo tenia que continuar.
Atravesé la multitud. Mirando su cara como si él no fuera el responsable de que yo estuviera muerta por dentro. Nos tomaron mas fotos. Yo sentí de nuevo sus manos en mi cintura. Como si él no hubiese sido el dueño de mi cuerpo entero algún día.
Reia cuando mas que nada yo quería llorar.
Solo un dia mas, era lo único que pensaba. Un ultimo dia.
Hasta ahora he sobrevivido y aguantare hasta el final.
Salimos de la premiere y fuimos a una estación de televisión para participar en un programa.
Como siempre, tuve que fingir. Una vez más.
Mis nervios estaban a flor de piel cuando salimos.
Estábamos en la calle, esperando el coche para llevarnos de regreso al hotel, ya era tarde, y por desgracia nos habian dejado solos.
¿Dónde están los fanáticos cuando se los necesita?
Claro, yo no necesitaba estar a solas, con el.
Estaba super frío y me encogi en mi sobretodo negro.
Rob encendio un cigarrillo
-Quieres uno? – me ofreció
Miré el cigarrillo y, a continuación, a él
-Vamos Kristen es sólo un cigarrillo.
Lo agarre.
Y allí estabamos. En silencio, fumando
Y de repente comenzaron a calmarse mis nervios.
Tal vez fuese el frío, que además de adormecer mis pies, adormecían también mi cerebro.
Pero sentía como si nada más existíese.
Aparte de nosotros dos parados en la calzada. En París
Me rei.
El levantó las cejas mirandome
-Tengo miedo de preguntar, pero ... que es lo simpatico?
-Estaba pensando en que por fi tuve la oportunidad de conocer París. Y mira esto. Estoy aquí y solo conoci las paredes de mi cuarto. No es horrible?
-Todavía puedes conocerlo.
-Salimos mañana temprano.
-Todavia no ha amanecido.
Y allí estaba. Esa sonrisa
Esa sonrisa que era mi final, cosa que lo pensaría mas adelante.
Pero una especie de irrealidad tomo cuenta en mi
Que se muera el resto.
Nada más importaba, y peor de lo que ya estaba no podía estar.
El coche llegó finalmente y caminé hacia la ventana y me disculpe con el conductor
me volví a Rob. El viento despeino mi cabello
-Vamos a conocer París.
El parecío confundido por un momento. Como si fuese muy absurdo lo que yo estaba diciendo.
Bueno, realmente lo fue.
Pero luego se rió y tiró el cigarrillo en el suelo.
-esto parece una buena idea.
Caminamos por París durante horas. Hablando de todo y nada.
no lo recuerdo.
Bueno, la parte que no recordaba tal vez se debiese a la botella de vino que compro Rob en el medio del camino.
O sólo lo estaba olvidando apropósito. Para sentirme menos culpable por estar divirtiéndome con alguien que me había hecho la vida mas horrible.
Pero la verdad es que yo quería estar allí. Tal vez necesitase aquello, para exorcizar esa historia.
Un tiempo despues Rob me llevo a un restaurante y reimos como tontos cuando el mozo miro mal la botella vacia en la mano de Rob y mis zapatos altos en mi mano.
Nos sentamos, y comi algo que no tengo idea de lo que era, ni me importaba.
Tomamos mas vino y yo ya sentía mi cabeza girando cuando salimos del restaurante y caminamos en la vacía madrugada de París.
-Creo que estoy borracha - Yo me reí, tambaleando descalza en la calle. - Pero no me importa ... París es maravilloso. Todas estas luces ... Me gustaría quedarme aquí para siempre
-Si no sales del medio de la calle, tal vez seas atropellada - Rob rió
Me encogi de hombros.
-Entonces? Estamos viviendo peligrosamente... Dos extraños en París ... Como Jeanne y Paul
-Nosotros no somos extraños
-Pero estamos en París
-Pero entonces esta faltando algo?
-¿Qué te pego un tiro?
-No... - Él se acercó a mí. Tan cerca que pude sentir su aliento en mi cara
Sus brazos rodearon mi cintura y no pude impedirlo. Por un momento pensé que el iria a besarme, y algo adentro mio grito que eso era un error, pero mi cuerpo no quería oirlo. – Falta en tango.
Él me hizo girar en la calle tarareando una canción en español y me hizo reír, tropezaba con mis propios pies, entonces me asegure de el para no caer.
Hasta que paresemos de bailar y reir. Me di cuenta de que sus brazos estaban alrededor mio y mis manos alrededor de su cuello.
Y parecía tan natural como respirar, que me puse en punta de pies y lo bese.
Fue como si todo el aire volviese de nuevo a mi cuerpo.
Como si me estuviera congelando y derrepente volviese a la vida.
Él me beso de vuelta. Con facilidad.
Como si quieres no quisiera nada mas en esta vida dejé a mi cuerpo tomar el control de mi cerebro y fui derritiéndome a su encurntro.
¿No sabria decir durante cuanto tiempo nos besamos.
Pero finalmente, sus labios se alejaron lo suficiente como para poder respirar.
Y nos quedamos asi, abrazados, extasiados. Mi cuerpo temblaba y no era del frio.
No quería saber nada más. Sólo quería besarlo de nuevo. Que sus manos estuviesen sobre mi. Que el estuviese dentro mio.
No me importa que el me encostase por la primera pared que encontrara y me haga suya ahí mismo.
Pero él se alejó.
Y vi una sombra en sus ojos.
-Vamonos ya, Kris
Me estremeci de frio esta vez.
Era un frío que me congeló el alma
Mi cerebro entumecido por el alcohol tal vez no podía entender nada y no pude moverme
Él se acercó y comenzó a abotonarme el abrigo
-Te congelaras asi. - dijo con la voz preocupada – ya vámonos.
Sostuvo mi mano y me llevo por la calle del hotel.
Yo seguía adormecida.
Entramos al salón vacio a esa hora
Y subimos a nuestro piso.
Me detuve frente a mi puerta, la abrió para mi y me sonrió.
-Buenas noches, Kris.
-Yo...
Busque en mi mentes unas palabras adecuadas para decir, pero no las encontré.
Y luego simplemente se fue, cerrando la puerta y yo recostándome por ella.
Mi corazón latia desbocado y yo estaba lejos de la calma.
¿Qué fue eso?
Nos habíamos besado. Y el se había distanciado.
Pero él quería más. Y yo también
Mierda. Mierda. Mierda.
¿A quién le importa ahora el resto de la historia?
Tomé mi abrigo y lo puse en una silla.
Abri la puerta y sali al pasillo hasta la puerta de su habitación
Podría lamentarlo en la mañana
pero hoy, sólo quería olvidar
Sólo quería ser suya de nuevo
Abrió la puerta y yo lo mire
-Kris?
-No digas nada... - susurre y me tire sobre el, con los dedos en su pelo, mi boca pegada a la suya.
Por un momento, se quedo sorprendido, pero solo duró unos segundos, tal vez.
Al momento siguiente, el tenia las manos en mi cintura, acercándome mas a el, cerrando la puerta con el pie.

Dios, yo lo necesitaba desesperadamente.
Y tal se lo haya dicho esto, no con palabras, pero si con acciones, porque sus dejaron los mios para marcar un camino de fuego por mi rostro y mi cuello y yo geni alto, mientras que sus dedos empujaban mi vestido para abajo, y su boca acompañando a la piel que iba siendo desnudada y apenas pude respirar cuando senti mis pechos contra su dientes.
Me quemaba.
El vestido se fue y el me agarro del cuello, tirándome en la cama sin ningún tipo de ceremonia.
Pero a quien le importaba ahora la gentileza?
Me mordi los labios, viéndolo desnudarse rápidamente sin despegar sus ojos de los mios.
Y lo estire hacia mi, enterrando mis uñas en su hombro y mordiendo sus labios.
Rápidamente deslizó su cuerpo desnudo sobre el miodesnudandome del resto de ropa que me quedaba, tome su mano y la lleve donde mas quería, sus dedos largos moviendose dentro mio y ahí dejé de pensar.
Respiraba jadeando, empujándome mas contra el, queriendo todo lo que el podía darme.
Finalmente, el estaba dentro mio, y nada importaba más a no ser inclinarme mas contra el, sin que quede un solo lugar entre nosotros, sin duda.
Todo lo que importaba eran las largas envestidas dentro mio, para mí, hasta el clímax final, dulce e intenso.
Y cuando cerré los ojos, me preguntaba cómo podría vivir sin él ahora?
Los volvi a abrir y el me estaba mirando.
Sus dedos estaban jugando con mi cabello y el me miraba de una manera que me destruyó el interior.
Quería estar con el asi siempre..

Pero entonces me acordé. No estábamos juntos.
El había termiando conmigo. Sin ninguna explicación

Ahora que el día estaba claro y que yo no estaba mas borracha, el dolor regresó.
Y con toda la fuerza, el notó mi alejamiento y sus dedos dejaron mi pelo.

-Creo que tenemos que hablar, kris. Pero antes que nada. Debo decirte que te amo, mucho. Pero lo que tengo que decir tal vez cambie todo para siempre.

Yo esperé.

** Navidad **

Porque estas cosas solo me suceden a mí?
Porque cuando yo pensaba que ya me estaba curando, algo tenia que ocurrir para ponerme de nuevo en el limbo?
Cerré los ojos. Aquel dolor que me había acompañado hace tiempo y que pensé que se había ido, me volvia a molestar.
-Kris?
Yo respire profundo.
-Que quieres? - Yo quería ser fría.
Como venia haciéndolo ultimamente. Fríamente cordial.
Pero, ¿quién dijo que yo lo conseguía?
Mi voz era un susurro tembloroso.
-Quería escuchar tu voz.
Cerré los ojos y me sente en la cama, para no caer
-Rob ... ¿por qué haces esto conmigo?
-Porque te quiero
-Sería bueno si yo lo siguiese creyendo
-Lo crees. Por eso estamos teniendo esta conversación.
No dije nada. Porque sabía que era verdad.
-Yo quería estar ahí contigo
-La última vez que estuviste aquí, hiciste promesas que no hasz cumplido
-pero aún puedo cumplirlo Kristen.
No podía caer en esa conversación
-Rob ... Tengo que colgar
-Solo dejame decirte una cosa antes.
Yo suspire
-Dilo
-Tengo un regalo para ti
Tuve que reír
-Esta ahí en tu habitacion
-¿Estás bromeando?
-No. Mira bajo tu cama. Adiós Kris.
Y colgó
Yo no miraria. Era una broma
Pero miré. Entre curiosa y ansiosa
Y había una caja ahi
La tome y la abri.
Y aquello cambió todo.

Habia un cuaderno allí adentro . La cubierta de cuero negro me era conocida.
Ya lo había visto antes. En la casa de Rob.
Era su cuarderno de anotaciones. También recuerdo haber reido y dicho que era demasiado gay para escribir un diario.
Sólo se había encogido de hombros y dijo que no tenía nada importante allí.
Pero no me lo había dejado leer cuando se lo pedi
Se me había olvidado. Hasta ahora.
Me senté y lo abri con mis manos temblorosas.

Diciembre del 2007

"... Volé de Londres a Los Ángeles tan pronto en un vuelo comercial lleno de escala permitida."

Respire profundo. Era el día que nos habíamos conocido en la casa de Catherine
Con detalles desconcertantes. Luego vino Oregón.
Quería leerlo?
No lo sé. Sólo lo necesario.
Luego cambie la página.