29 dic 2008

Articulo de La Nación sobre Crepúsculo.

Traigo un articulo de La Nacion con una buena critica, esta bueno el articulo, vale la pena leerlo despues de tantas criticas..

Llegó el verano, y con él las fiestas, la expectativa de romance a la orilla del mar y, por supuesto, las quejas de mujeres de toda edad de que, a pesar de un entorno tan conducente, es imposible encontrar un hombre medianamente normal del cual enamorarse. Quizá por eso resuenen tanto los libros de Stephenie Meyer. Después de todo, el chico sexy que le gusta a la protagonista de ellos resulta ser un vampiro. Y el amigo fiel que está para sostenerla en las caídas a la espera de que ella finalmente lo mire con otros ojos resulta ser? un licántropo.

Naturalmente estamos hablando de la serie de libros que arrancó con Crepúsculo , que, en su versión en la pantalla grande, llegará a la Argentina el jueves, después de recaudar más de 70 millones de dólares solamente en su primer fin de semana en las salas de los EE.UU. Los libros de Meyer se han convertido en un fenómeno cultural que muchos ya comparan con el de Harry Potter (millones vendidos, colas y fiestas temáticas en las librerías cuando sale uno nuevo, obsesión por los personajes), aunque para un público de preadolescentes en su mayoría femenino. Pero los adultos no sólo también los leen. Curiosamente, en EE.UU., la serie ha devenido tema de discusión de foros de ideas serios como las páginas de opinión de The New York Times , que analizó, por ejemplo, si el secreto detrás del éxito de los libros de Meyer es que en ellos el protagonista masculino es el que está a cargo de poner los límites en el tema sexual. En su último número, la prestigiosísima revista cultural y política The Atlantic Monthly les dedicó once páginas a los libros de Meyer, y sostuvo que “ningún escritor, de Bram Stoker en adelante, ha capturado de manera tan precisa lo que el sexo y el deseo realmente significan para una chica joven”.

Porque si hay algo en lo que los analistas culturales coinciden es en que las novelas de vampiros son, sobre todo, metáforas sobre el sexo. Y lo que hace a esta serie tan fascinante es una extraña dualidad. Por un lado, aborda mensajes muy conservadores respecto a temas que van de la abstinencia al aborto, escritos por una aún más conservadora ama de casa mormona que no había publicado nada previo a Crepúsculo . Pero, por el otro, los mensajes vienen envueltos en un aura de erotismo que ha sorprendido a los críticos por lo sofisticada, y no hay connotaciones moralizantes explícitas.

Todo empieza cuando Bella, la protagonista, se muda a un nuevo colegio secundario en una ciudad donde nunca para de llover, y donde lo único interesante resulta ser Edward, un estudiante espléndido que es parte de un clan de Nosferatus buenos que se han comprometido a no incluir homo sapiens en su alimentación (algo así como los vegetarianos dentro de su especie). Edward daría cualquier cosa por convertir a Bella en su compañera inmortal, pero la gran pregunta es si sucumbirá a su pasión o si podrá mantenerse fiel a su dieta. Bella está convencida de que Edward es el hombre de su vida (y muerte), en una historia en la que muchos analistas culturales han subrayado como sorprendente el hecho de que haya pocos chats y coqueteo online.

Si bien los protagonistas están lejos de ser Romeo y Julieta, continúan esa eterna tradición de amantes que parecen maldecidos por el destino, y bajo el sol del verano, Edward y Bella pueden resultar irresistibles


Gracias a Twilight Argentina

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