3 mar 2010

FANFIC: La Trilogía

Autora: Calíope Cullen

CAPITULO 8: James

Edward:

Si esta mañana al levantarme me hubieran dicho que pasaría por algo así, todavía estaría riendo a carcajadas. Pero como negar algo de todo esto si tengo una quemadura en la muñeca al igual que Bella y que Jacob… si he visto convertirse a mi mejor amigo en un lobo… y a la mujer más hermosa de la tierra en una muñeca brillando al sol.

La sensación que me dejó el brujo fue rara, tan rara que hasta quería creer que algo de lo que había dicho era cierto. Pero me resultaba más cierto el gesto de ella, el aceptar de lleno la mano de Jacob cuando minutos antes él casi se le abalanzó…

“Oye amigo, esa técnica de ‘atácalas y rescátalas’ no te la enseñé yo… ¿acaso el pupilo quiere superar al maestro?”

“Jaajaaajaaa… y en la historia se supone que el maestro eres tú?”

“Obvio… tengo un par más de años… ya debo ir a la universidad… he tenido más novias que tú… y etcétera, etcétera, etcétera… en serio hombre, la chica está loca conmigo”

“Esto no pasa por ‘TO BE OR NOT TO BE’ Edward… esto no es una conquista… además, vuelvo a repetírtelo, deletreado si quieres… es un V A M P I R O… entiendes eso no?

“Pequeño detalle Jake… a ver como me sale el deletreo a mi… es un B O M B O M…”

Discutíamos con Jacob en mi mente, en una intención escondida de relajarnos, pero Jacob no soltaba a Bella de la mano, y a pesar de nuestro juego verbal eso realmente me molestaba de manera sórdida y frustrante.

Subimos a la camioneta de nuevo y Jacob manejó en silencio, cerrándome su mente.

“Diablos Jacob, deja de hacer eso, necesito saber qué estas pensando”.

“Y yo necesito privacidad para pensar, Edward”

“Pero somos amigos o no somos amigos?”

“No me chantajees… en serio… apártate de mi mente y déjame asimilar las cosas a mi manera”

“Eso implica que puedo meterme en la mente de ella para distraerme.”

“Madura Edward… si es eso lo que quieres hacer… adelante.”

Me intimidó su tono, es cierto que estaba bromeando con él, pero Jacob parecía otro hoy… como si los años se le hubieran subido sobre los hombros de golpe.

Manejaba despacio como si quisiera dilatar el momento, pero su porte denotaba el control de sus propias emociones, y al mismo tiempo el desasosiego de lo desconocido.

—¿Cómo se supone que te controlaras? —le preguntó ella a él.

—No lo sé… supongo que deberás portarte extremadamente bien… y dejar de oler como hueles, porque me desconcentras.

—Jaajaaajaaaa, al menos huelo bien.

—La frase “portarte bien” implica dejar las ironías a un lado.

Me sentí tan fuera de la conversación que me enfurruñé y fue obvio. La cercanía de Bella era provocativa para mí y ella parecía ni fijarse que yo estaba ahí. Yo sin embargo cada vez estaba más consciente del cúmulo de sensaciones que provocaba en mi y no me gustaban. Estaba bien bromear con Jacob, y apasionarse por una hermosa mujer… pero sentir celos? No, ese no era mi estilo y debía reconocer ahora que moría de celos.

—Gracias por no notar que estoy aquí... —Bella volteó a mirarme— … pero no se preocupen, eso de ser “sólo” el humano es muy motivador. Claro, no tiene nada de fascinante hablar con el simple mortal de Edward.

—No te aproveches Edward… no creo que el papel de “víctima” te sirva esta vez.

—No juego a víctima hermano, pero sinceramente es un poco perturbador esta tu “historiecita” que contó el Brujo. O no es así?

—Estás enojado por no ser el centro de atención.

—No estoy enojado… sólo… —no pude terminar la frase, Jacob frenó de golpe frente a un James que apareció de la nada.

—¿Dónde estaban? —bramó con la voz mezclada con un sonido gutural.

Jacob apretó los puños y bajó del vehículo despacio, buscando bajar los decibeles de su respiración.

—¿Dónde estaban? —gritó de nuevo y golpeó la camioneta con el puño abollando parte del capot.

La velocidad con que Bella se plantó delante de Jacob me sorprendió, no alcancé a verla bajarse ni moverse, sólo la vi delante de él mientras ella le contestaba con nuevas preguntas.

—¿Y René y Phill donde están , James?

—Están donde deben estar, Bella.

—Deja de evadirme James y dime qué has hecho de ellos!!!

—Están cazando con Victoria…

Yo miraba a ambos como si fueran sacados de una escena de película de suspenso… los dos se miraban fijamente, pero con un odio contenido que podía olerse en el aire. Pero oí los pensamientos de James… y algo me dijo que debía “traducírselos” a Bella.

“Idiota… acaso crees que podrás conmigo?”

“Bella, soy Edward, esta comunicación es un poco torpe de mi parte y te explicaré el cómo después… pero quiero de alguna manera trasmitirte lo que está pensando James”.

“Grrr… sal de mi mente humano!!!” —respondió ella mentalmente.

“Amigo… —le dije a Jacob— … qué hacemos… Bella no quiere escucharme y este loco creo que está pensando mucho más de lo que dice”.

“La bonita no conoce tus dones Edward, apártate…!!!”

Jacob aulló pesadamente y volvió a transformarse en la criatura enorme que vi en La Push, abalanzándose hacia James y cayendo ambos al piso. Ver a los dos luchando resultaba sobrecogedor… los ruidos eran guturales, los movimientos feroces, las dentelladas entre uno y otro resultaban animales e instintivas…

“Quieras o no oírme Bella, lo que James dijo fue: ‘... no entiendo porque Marcus subrayó tantas veces que fuera extremadamente cuidadoso, será tan fácil como fue matar a Phill y a René’…”

Apenas terminé la frase Bella acompañó a Jacob en el ataque, James fue un recuerdo, minutos después.

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