La actriz Ashley Greene, conocida por su papel de Alice Cullen en la saga Crepúsculo, ya puede rodar Eclipse muy tranquila, ya que ayer consiguió acallar a la práctica totalidad de los medios estadounidenses que difundieron sus fotografías desnuda. Pero tratándose de Internet, claro está, resulta una tarea casi imposible.
Un bufete de abogados se encargó, uno por uno, de emitir contactos a todos los sites que se hicieron eco de las fotografías de Ashley Greene desnuda. Dando prioridad a todos aquellos que mostraban las imágenes íntegras (es decir, mostrando las fotografías sin “tapar” los pezones o la zona púbica de la actriz).
El eterno problema de las fotos desnuda parce que seguirá a las celebridades allá donde estén. Son incontables las actcrices de fama mundial que, o bien sea por sus primeros papeles en los que no podían ser muy exigentes con los desnudos, o por deslices de juventud, mostraron su anatomía delante de una cámara fotográfica o de vídeo sin más ni más.
Desde la mismísima Marilyn Monroe en adelante, prácticamente todas han pasado por ese trance. Recordemos incluso un vídeo porno de corte sado que rodó Cameron Diaz y que, con muy mala leche por cierto, fue publicado hace unos tres años.
El último y más reciente fue el de Vanessa Hudgens, que el día anterior a los Teen Choice Awards se vio nuevamente desnuda en unas fotografías de hace unos años. Sin olvidar a Rihanna, cuyas instantáneas eróticas junto a Chris Brown dieron la vuelta al mundo en cuestión de horas.
En definitiva, ¿una recomendación? mejor dejarlo pasar y no hacer mucho ruido, porque si antes era complicado, ahora, en la era digital, se torna casi imposible.
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