Creo que Sin salida es una metáfora del momento profesional que estoy viviendo. Como Nathan, yo también estoy buscando mi identidad como actor. Así define Taylor Lautner la primera película que protagoniza tras el estallido de popularidad que ha vivida gracias a la saga Crepúsculo, cuyas últimas dos entregas aún están pendientes de estreno. El joven actor tiene claro que su participación en la exitosa saga ha supuesto un trampolín para su carrera, pero también que ha llegado el momento de pasar página y encontrar su sitio en el mundo de la interpretación. Para Lautner, por mis habilidades en las artes marciales (a los 8 años ganó tres medallas de oro en un campeonato mundial de kárate, deporte del que es cinturón negro) y mi atracción por las experiencias extremas, creo que el cine de acción me podría venir bien. Y a ello se ha dedicado en esta película, aunque aclara: Eso no significa que el reto emocional haya sido menor. Sin salida es una película de acción, pero tiene un fuerte desarrollo dramático porque mi personaje descubre que su vida, tal y como la ha conocido, es una mentira.
Un amor de cine
El actor nacido en Michigan nunca podrá olvidar el rodaje de Sin salida, no solo por marcar un punto de inflexión en su carrera; también por haber compartido plató con Lily Collins. La prometedora hija del músico Phil Collins interpreta a Karen, una compañera de clase que se ve involucrada, sin comerlo ni beberlo, en los asuntos de Nathan. La actriz admite que, en la película, Taylor y yo somos socios en el crimen, pero también hay entre nosotros una especie de romance. Un romance que traspasó el set de rodaje: durante el mismo, en verano de 2010, los jóvenes actores iniciaron su relación.
The Lautner Identity
Collins define el film como un thriller de acción, muy al estilo El ultimátum de Bourne (Paul Greengrass, 2007). Lautner añade otros referentes: Antes de empezar a rodar, John Singleton (director de la película) me llevó a ver muchas películas. Estudiamos a algunos de mis actores favoritos en roles cercanos al de Nathan, como a Tom Cruise en Minority Report (Steven Spielberg, 2002) o a Harrison Ford en El Fugitivo (Andrew Davis, 1993). Cuando se le pregunta por la posibilidad de convertirse en la estrella del cine de acción más joven de la industria, se ruboriza: ¿En serio me consideráis una estrella del cine de acción? Es agradable oír eso, pero aún estoy lejos de Tom Cruise o Matt Damon. Ellos sí que son auténticos héroes de acción. Tiempo al tiempo. ■
Fuente: Fotogramas
Gracias a TodoTwilightSaga
Gracias al aviso de @Creacion9
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