22 abr 2010

FANFIC: La Trilogía

Autor: Caliope Cullen

CAPITULO 37: Doble espía

Edward:

Aro me había retenido en el hotel… o sea, eso era lo que él quería que el resto creyera. Conmigo había sido lo suficientemente claro: “Sé que Bella no rompió el sello… pero a menos que descubras quien lo hizo no tendré otra salida que iniciar una guerra. Pasa por los sacrificios del poder, no puedo perder respeto ante la raza, no puedo demostrar dudas ni debilidad. ¿Estás dispuesto a trabajar como mi espia, o no?

Eso era ahora, un “frágil humano” rodeado de vampiros, tratando de jugar al James Bond… mientras intentaba de sacarme a Bella de la cabeza a manotazos, entreteniéndome en una pesquisa de mente en mente buscando indicios que me orientaran hacia donde virar.

Aro había dispuesto todo como para que realmente pareciera un encierro, pero había sido lo suficientemente inteligente como para dejarme los huecos suficientes para investigar. Debía reconocer que esperaba algo más de los vampiros ¿no los pintaban como seres superiores con la experiencia de siglos acumulada en sus vidas? La verdad es que no diferían mucho de los huecos comentarios mentales de muchos de los adolescentes del instituto en Forks, que diariamente oía en el salón de clases.

“Grr… este clima húmedo me hará desastres en el cabello… acaso Aro no podía escoger otro lugar?”… “Lástima que se nos ha prohibido cazar, sería bueno probar la sangre americana”…

“Definitivamente esos lobos huelen mal, que fastidio para el resto del mundo tener que soportarlos”... “Necesito volver a Volterra urgente, espero que Heidi mantenga la cena y no se la termine ella sola”…“Maldita seas Isabella Swan… tu madre ya me burló una vez… tú no lo conseguirás ahora, me vengaré a través de ti.”

Mi corazón se aceleró con ese último descubrimiento, no distinguía ni podía identificar al dueño de la voz… pero sabía perfectamente de qué lugar procedía, así que me senté en la cama dejando mi mente lo más en blanco que podía, mientras buscaba entre el murmullo que me atosigaba algún registro del pensamiento de Aro.

“Necesito hablar contigo… hay una voz que oigo muy cerca de ti, y está diciendo cosas raras… pero no son cosas que yo pueda interpretar.”

“Repítemelas”

“Maldita seas Isabella Swan… tu madre ya me burló una vez… tú no lo conseguirás ahora, me vengaré a través de ti.”

“Es imposible que uno de los nuestros haya odiado a René, era el vampiro más alegre y social que conozco, jamás se llevó mal con nadie. Además todos saben que Bella ha sido mi protegida durante demasiado tiempo, sólo un loco osaría desafiarme. ¿Acaso no entiendes quién soy?”

“Respeto su rango señor… pero no le parece que dada mi situación ¿yo sería lo suficientemente torpe de decir algo que me comprometiera para mal?”

“Los humanos me causan extrema curiosidad Edward… pero recuérdame anotar que saque de la lista de mis preferidos a los adolescentes y jóvenes de este lugar. Respétame!!! Y deja las ironías a un lado o terminarás como mi almuerzo!!!”

“Ok… seguiré buscando, pero déjeme probar algo”

“Dime qué”

“Monte una escena ficticia… no sé… algo así como que me interrogará o me torturará o algo asi… “

“La verdad que no sería mala idea hacerlo de verdad, te pedí resultados… y no los veo”.

“No parece una persona muy paciente ‘señor’… y también yo estoy perdiendo la paciencia, estoy aquí porque amo a Bella y no quiero que nada le pase, estoy dispuesto a ayudarlo pero necesito más información… asi que ahora —y no es una imposición— dígame si hacemos lo que le propuse o si definitivamente me pego un baño para que al menos tenga un almuerzo limpio”

“Tienes agallas… así que te daré una última chance… pero que te quede bien claro que ‘último’

significa que no hay una segunda oportunidad”.

“Está bien, es un trato”.

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