Doomed Love (Cap. 6 y 7)

Les recuerdo que el contenido puede ser no apto para menores de 18 años..

Cap 6 El último tango en París

Cuando él apareció en aquella noche mi intención era trabajar
Pero yo había olvidado que en la tarde él había dicho que asistiríamos a aquella película de Marlon Brando
Lo que yo prontamente me acordé al verlo en mi puerta con un DVD en la mano
-No lo creo
-no crees ¿qué? - él pasó a mi lado, entrando en mi sala y sacando la chaqueta
-que no vamos a hacer nada. De nuevo
-como que no vamos a hacer nada? Vamos a ver a Marlon Brando.
-Voy a echarte la culpa si todo sale mal, sabes eso no?
-yo soy un caballero. Siempre asumo la culpa
-Bueno.
Él se echó en la Chaise Lounge, mientras yo ponía el DVD para rodar.
Yo me giré y lo miré. Él golpeó con la mano al lado de él
-Ven aquí, Kristen, no voy a morderte
Yo reí, sentando a su lado
Los créditos de la película empezaron y yo me relajé, prendiendo en la historia
Jeanne es una joven parisiense que está para casarse con Tono, un director de cine que trabaja en la realización de un documental, denominado "Retrato de una Joven", donde la joven es ella. Al buscar un piso para alquilar, Jeanne encuentra Paul ( Marlon Brando) un expatriado americano que acaba de perder la esposa por suicidio. Hasta ahí todo bien. Y entonces, de repente, sin que ni siquiera revelasen sus nombres, ellos inician una tórrida noche de sexo. Era impresión mía o la temperatura había aumentado?
Yo ni osé mirar al costado.
Al fin de la escena, sin que se hablasen, dejan el local y cada uno sigue su camino.
De golpe yo miré para el lado y él me estaba mirando.
-No te gustó?
-el ¿qué?
- la película, Kristen.
-Oh... es buena... es... instigador... - Yo me aclare la garganta – pero, digo... ellos podían por lo menos presentarse antes de... de...
-pero esa es la idea. Esto que hace a esta película fantástica. Va además del sexo y...
-A ver la película – yo le corté
La historia continuaba
Jeanne va al encuentro del novio, mientras Paul pasa por el pequeño hotel, de su propiedad, donde encuentra una camarera terminando de limpiar el local donde se dio el suicidio.
Al retornar al piso para devolver una de las llaves, Jeanne reencuentra Paul, a esa altura amueblando lo mismo. Ella pregunta su nombre y él le responde que no tiene, bien como, que no quiere saber el de ella, ni donde ella vive. Según él, los dos van a pasar a se encontrar en aquel local, sin saber lo que acontece allá afuera. . Ah sí, y vuelven a tener sexo. Claro.
-Ella tiene novio. Eso es traición. - yo hablé casi sin pensar
-es diferente. Ella no es la misma con él. Es como una realidad paralela. El mundo allá afuera no cuenta.
Él tenía razón. Era esta la moral de la película de cierta forma. Yo volví mis ojos para la pantalla.
Oh, oh! Que perversión era aquella ahora?
De golpe la sala pareció menor, nuestras cabezas en el mismo cojín parecieron más próximas. Nuestros cuerpos no se tocaban, pero era como si no hubiese espacio entre nosotros. Yo quedé tensa. Lo que era absurdamente sin propósito. No era ninguna imbécil que nunca había visto una película de aquel tipo. Ok, no exactamente en aquel estilo, con derecho a dedos enfilados donde el sol no golpea, o sexo salvaje con ayuda de mantequilla.
Pero, no sé. Era muy diferente verlo con Rob. Muy diferente.
-Que perversión – yo exclamé y él rió
-esa es la idea. Es erótico sin ser pornográfico. Es un intento de hablar abiertamente sobre cosas que la sociedad prefiere mantener cerrada a siete llaves.
-es perturbador – susurré - es una relación alto destructiva. No va a salir bien.
-ellos buscan un sentido para sus vidas.
-ellos buscan sexo – hablé irónica.
-No es lo que todos buscan?
Yo me encogi de hombros, ignorando la observación
-podía salir bien... si él no tuviese tantos problemas... y ella no tuviera novio, claro
-las relaciones no son para siempre.
-algunas son
-si a ella le gustase su novio no estaría con él.
-pero tu mismo dijiste que allí es un mundo paralelo. Entonces, si pensamos así, ella puede hacer lo que quiera... - yo giré la cabeza para mirarlo, mi voz fue diminuyendo, al darme cuenta sin querer, de como estábamos próximos. - como si no existiese nada más...
Él extendió la mano, los dedos siguiendo la línea de mi ceja.
-estas cogiendo el espíritu, Kristen
De golpe yo sentí dificultad de respirar. Algo dentro de mí, se revolvió y yo engullí en seco.
Era como... mariposas en el estómago.
Él tenía aquella media sonrisa en los labios. Mi preferida. Lo que me hacía querer sonreír también. Y yo me di cuenta que en aquel momento me sentía como Jeanne. Como si no importase donde vivía, quien era, o el mundo allá afuera. Existían sólo nosotros dos.
Mi corazón dio un salto, golpeando ensordecedor contra mis costillas.
En la pantalla frente nuestro, la película continuaba. Con esfuerzo, yo me viré a la TV.
Entre encuentros y desencuentros, ellos estaban en un hotel, donde tocaba un tango. Y ellos bailaron por el salón, hasta ser expulsados.
Yo reí. Todo parecía tan cierto y a la vez tan errado.
Era una relación alto destructiva. Pero el amor tiene infinitas posibilidades...
En el fin. Todo acababa en tragedia. Con Jeanne dando un tiro en Paul.
Sin por lo menos saber su nombre.
Era triste. Y libertador.
Sabes aquellas películas que te cambian de alguna manera extraña? Era así que yo me sentía.
De alguna forma, yo me sentía desconectada de todo. Concentrandome sólo en aquel momento.
-todavía crees que es sólo perversión? - Robert preguntó suavemente a mi lado
Yo giré la cabeza para mirarlo.
-No... hay un sentido en todo.
Él extendió la mano, los dedos calientes tocando mi rostro muy suavemente. Sacó un mechón de cabello de mis ojos, poniendolo atrás de mi oreja, circundando el lóbulo, hasta mi nuca. Yo me estremecí, como si una corriente eléctrica traspasase mi sangre y cerré los ojos, incapaz de moverme.
Primer yo sentí el hálito caliente en mi piel, antes que los labios tocasen mis pestañas cerradas. Yo suspiré, abriendo los ojos. Nuestras bocas estaban a centímetros de distancia.
Respirando en el mismo ritmo jadeante.
Entonces, él me besó. Los labios tocando los míos despacio, pero intensamente persuasivos.
Yo dejé de pensar. Mi mente giró en un torbellino de sensaciones sofocantes, mi corazón disparó alarmantemente.
Pero exactamente como había empezado, el beso terminó. Él se alejó, mirandome con una sonrisa de lado.
- que fue eso? - indagué suavemente
-fue un beso – él respondió con aquella sonrisa de lado – o algo así.
Debía estar histérica. Pero no. Sorprendentemente yo percibí que no importaba en absoluto. Ok, yo había besado antes Robert. Pero y qué? Tendría que besar él infinitas veces durante las grabaciones. Tendría que hacer hasta más que esto, si las otras películas fuesen grabadas.
Pensando bien, de golpe podía hasta convencerlo a ensayar más aquel tipo de escena.
Yo reí pensando en las infinitas posibilidades.
Sintiendome más viva que nunca.
-la película acabó – dije, alejandome medio a contra gusto.
Él también se levantó, poniendose la chaqueta
-Sí. Una noche más improductiva – habló irónico, mientras yo abría la puerta
-No, mucho por el contrarío. Fue muy productiva - yo sonreí y él sonrió de vuelta. Matador. Definitivamente.
-estás cogiendo el espíritu, K.
-O algo así - yo respondí cerrando la puerta
Infinitas posibilidades. Nunca dos palabras me parecieron tan ciertas...

Cap 7 Midnight Sun

Ok, yo había decidido que viviría un día a la vez. Que no desperdiciaría mi existencia con preocupaciones;
Que el beso de la otra noche no fue nada. Que yo era madura lo suficiente para soportar con aquello
Pero a la luz del día las cosas no parecían así tan fáciles.
Era o no era traición? Al final yo tenía un novio. Todo bien con que yo no pensaba mucho en él últimamente, más precisamente cuando empecé a salir con Rob, pero era normal o no era?
Yo estaba compenetrada en mi trabajo. Y Robert era mi trabajo.
Y para empeorar, yo tenía miedo de que hubiese quedado un clima raro entre nosotros.
Pero al menos este miedo fue para el ralo cuando él apareció en mi puerta en aquella noche de la misma manera de siempre, la sonrisa torcida y los cabellos desordenados y unos tantos papeles en las manos
Y con su presencia, toda y cualquier realidad también fue echada para debajo de la alfombra. Y cuando él sonrió para mí, estaba de nuevo en aquel mundito particular, totalmente ajena al resto.
-buenas noches – él habló imitando el acento americano
-esta cada vez mejor – yo hablé y él entró.
-estoy trabajando en eso.
-Bien por ti – yo cerré la puerta y reparé en los papeles en sus manos
-es impresión mía o el tuyo es mayor que el mío?
-no es sólo mí script
Él me pasó los manuscritos y mis ojos se abrieron como platos al ver el título
-Midnight sun? Donde conseguiste eso?
-Lo robé... - habló irónico – claro que Steph me lo dio. Es mejor para construir el personaje
-Vas a dejarme leer verdad? - hablé ansiosa
-No debería – él sonrió malicioso y yo me preparé para implorar
-Ah, por favor... yo hago lo que tu quieras!
Su sonrisa se ensanchó
-Lo que yo quiera? Esta quedando interesante
-Por favor!
-Que me daras a cambio?
-No deberías querer nada a cambio! Esto es nuestro trabajo, yo también necesito saber el lado de Edward
-No necesita no - él intentó arrancar las hojas de mi mano, pero yo no lo dejé, alejandome, pero él me arrastró de la blusa. Yo reí, me contorsionándome, mientras intentaba mantenerlo lejos del manuscrito.
-dame eso Kristen – él también se reía divertido
-No! - yo consegui librarme de las manos de él, y aprovechando el descuido, puse los manuscritos dentro de la blusa
-es mío, es mío!- yo reí, pero él avanzó por encima mío de nuevo y los dos caímos en el sofá, entre carcajadas. Rob aseguró mis brazos con fuerza y enfiló la mano dentro de mi blusa, los dedos rozando en mi piel al coger los papeles.
Yo le miré jadeante y no sólo por el “coge coge”.
Él todavía aseguraba mis brazos con una mano y yo sentía quemar a dónde los dedos de él habían estado.
-esto no es tuyo, Kristen
-esto es maldad! - yo barboté
Una sonrisa peligrosa bailó en su rostro
-Te lo dejo leer con una condición
-Cuál?
-Ya lo sabras. Solo tienes que aceptar.

-Ok, esta bien – concordé rápido y él me dio los manuscritos, soltando mis brazos
Yo casi di saltitos de satisfacción, abriendo las hojas
-Vas a leerlo ahora?
-claro! No quiero perder tiempo!
-entonces me estas echando a la calle?
-puedes quedarte si quieres. Consigue alguna cosa para hacer – yo me acomodé en el cojín, ignorándolo.
Empecé a leer ávidamente adorando la historia por la visión de Edward.
Debo haber quedado tan entretenida que ni vi el tiempo pasar, hasta que oí la puerta golpear.
Miré para arriba y vi Rob volviendo de algún lugar, con una guitarra en la mano
- cuanto tiempo estuviste fuera?
Yo estaba en el tercero capitulo, entonces no debería ser mucho tiempo
-fui a coger mi guitarra; ya que fui sumariamente dispensado
-vas a quedarte tocando aquí? Haciendo ruido? Vas a estorbarme!
-Seguro que no voy. Encare como una trilla sonora;
Yo sólo sacudí la cabeza y volví la lectura.
Pero en algún rincón de mi cerebro, yo sabía que él estaba a mi lado, tocando alguna canción desconocida, pero que era hasta buena para oírse leyendo un libro.
Finalmente, yo terminé los 12 capítulos.
-Muy bueno! - exclamé – lastima que no son mas
Yo le mire y él estaba mirándome con aquella sonrisa, pero continuó tocando
-hey, estoy hablando contigo! - yo le di un golpe con los papeles y él rió
-Calmate, me has ignorado por horas y ahira vienes a exigirme atención?
-Horas?
Yo miré el reloj y percibí que realmente estaba leyendo hace horas
-¡ah! Perdón! Me entusiasmé
-estas perdonada, sólo acuérdate de su promesa
-que promesa? - yo me hice de desentendida
-aquella de hacer lo que yo quisiera
-ah... esta promesa. Ok, puedes hablar. Que es lo que quieres?
-todavía no
-Ah, Rob, dilo ya!
-es en serio.
-entonces cuentamelo
Él sólo sacudió la cabeza negativamente, siempre sonriendo de aquella manera que me daba en los nervios a veces.
-esta bien. - yo me acosté de perfil, asegurando la cabeza en una mano y le observé tocar.
Él tocaba bien
- que es eso?
-estoy componiendo
-ahora?
-sí... usted me inspiró
Yo reí. Ciertamente que él estaba haciendo chiste.
Chuté la pierna de él
-y te vas a quedar tocando toda la noche, o vamos a trabajar?
-creía que estuva trabajando, leyendo el manuscrito de Steph
-Sí, de cierta forma. Pero todavía necesitamos leer el script.
-creo que tendrá que quedar para otro día.
-No, no, no!
Yo brinqué del sofá y cogí el script volviendo para su lado.
-Vamos a leer ahora
-No seas mandona Kristen
-No soy mandona. Tu eres perezoso
-yo vine con la intención de trabajar y tu quisiste leer... eso fue feo.
-no me eches la culpa... y deja de estar tocando mientras conversamos, es irritante
Él rió y paró
-Quieres aprender?
-¿Qué?
-a tocar
-¿yo? Yo sé tocar – hablé exhibida
Él rió todavía más
-ah si, entonces muestramelo – dijo me pasando la guitarra
Yo la cogí y me senté, intentando recordarme de la canción que tuve que aprender para tocar en una película. Porque fuera la única vez que yo había tocado.
Y claro que fue un desastre
Rob rió de mí desafinación total y yo tampoco me aguanté
-para de reír! Me desconcentras.
-es esto lo que sabes tocar?
-fue para una película que yo hice
-puedo enseñarte a hacerlo mejor que eso
-oh! Quieres enseñarme?
-ven aquí – él cogió mis brazos posicionando de la manera cierta – segura la guitarra derecho para empezar
Yo reí
-hasta parece que vas a enseñarme algo útil! Ya te lo dije! sé tocar! - yo empecé a tocar una canción cualquiera. Si es que aquello podía ser llamado de música y Rob rió divertido
-vas a empezar a romper los vidrios!
Él se acerco mas, casi atrás mio, pasando los brazos alrededor de mi cuerpo y tocando mis manos con suyas, mostrandome lo que yo debería hacer.
Pero yo reía, totalmente distraída.
La cosa debandó de vez cuando él habló en mi oído
-Concentrate, Kristen – yo di una risita. Pero no era de divertimiento y sí con la cosquilla que su respiración hizo en mi oreja
-es difícil así
-así como – él habló todavía más cerca. Si es que esto era posible
Yo quise decir que era imposible concentrarme con él tan cerca, pero me callé a tiempo
Reí, para desanublar la tensión que tenía se formado en la boca de mi estómago
-contigo como profesor, payaso! - yo le empujé y devolví la guitarra
Él sonrió
-soy un buen profesor, Kristen. Tu eres la que es una alumna relapsa
-¿yo? Claro que no! No inviertas las cosas!
-Tendremos que tener otra clase para sacar la prueba entonces
-de guitarra?
-de lo que tu quieras
-oh... esto es un reto?
-Puede ser.
-Yo voy a cobrar
-tendremos que conseguir testigos si empezamos con esto de los cobros – él habló levantandoce.
-tu comenzaste.
-ok, en esto tienes razón. - él abrió la puerta
-nos vemos mañana?
Él sonrió. De perfil. Claro
-seguro.
E iba cerrando la puerta atrás de sí, pero yo lo llamé
-hey, Rob, no vas a decirme lo que quieres a cambio de haber leído el manuscrito?
La sonrisa se le ensanchó en el rostro, mientras él pasaba la mano por los cabellos eternamente desordenados
-Algún día.